El futuro del Wi-Fi al desplazar a la telefonía celular

Las operadoras de telecomunicaciones al principio restaron importancia al servicio de telefonía por Internet
Hacker -
La mayor prueba para “Wi-Fi primero” se dará si y cuando las operadoras de cable u otros grandes proveedores de banda ancha decidan usar la tecnología para ofrecer telefonía móvil. Foto: Getty
La mayor prueba para “Wi-Fi primero” se dará si y cuando las operadoras de cable u otros grandes proveedores de banda ancha decidan usar la tecnología para ofrecer telefonía móvil. Foto: Getty
En tecnología, el próximo gran éxito habitualmente empieza en pequeño y de manera incompleta. Las empresas dominantes lo ignoran, atrapadas en sus métodos para hacer las cosas, hasta que es demasiado tarde. 
 
Hacer llamadas por Wi-Fi ha sido posible durante más de una década. 
 
Esto es lo que sucedió con Skype. Las operadoras de telecomunicaciones al principio restaron importancia al servicio de telefonía por Internet, pero les ha arrebatado una parte de sus operaciones más rentables: el año pasado, los usuarios hicieron 248,000 millones de minutos de llamadas internacionales a través de Skype, en comparación con 569,000 millones de minutos en las redes convencionales, según TeleGeography, una empresa de investigación de mercados.
 
Una serie de empresas incipientes inalámbricas esperan desencadenar una turbulencia similar. 
 
Su apuesta es que, en los próximos años, los teléfonos móviles cambien al envío de más llamadas, mensajes de texto y datos vía centros de conexión Wi-Fi, relegando a las redes celulares a ser un mero respaldo. 
 
Si esto eventualmente llega a ocurrir, pudiera cambiar la economía de la industria y reduciría las facturas de los usuarios drásticamente.
 
En 2012, el pionero en el uso del “Wi-Fi primero”, como se llama al concepto, fue Free, una operadora móvil francesa, para cubrir las brechas en su red celular. La idea ha sido refinada desde entonces por tres empresas incipientes estadounidenses: Republic Wireless, Scratch Wireless y FreedomPop. La última, que recaudó 30 millones de dólares en financiamiento el 17 de junio, está trasladándose ahora a Europa: el mes próximo dará la bienvenida a sus primeros clientes de prueba en Gran Bretaña.
 
Hacer llamadas por Wi-Fi ha sido posible durante más de una década. Pero es solo en los últimos años que las redes, los dispositivos móviles y el software de codificación de voz se han vuelto lo bastante buenos para que la calidad de esas llamadas sea ampliamente aceptable. 
 
Los centros de conexión de Wi-Fi público abundan ahora: solo en Estados Unidos ascienden a seis millones. Y las empresas incipientes han encontrado formas ingeniosas de trasladar las llamadas de manera óptima entre el Wi-Fi y las redes celulares. Cuando la tecnología de FreedomPop detecta que la señal se está debilitando, establece una segunda conexión y traslada la llamada conforme sea necesario.
 
Lo que hace a esos servicios más viables es el hecho de que los teléfonos móviles realmente no son tan móviles. Son usados casi totalmente en casas, lugares de trabajo y recintos comerciales con Wi-Fi; solo un pequeño porcentaje de las llamadas se hace en tránsito, fuera del alcance de un centro de conexión Wi-Fi. 
 
Así que, un operador que enlaza suficientes centros de conexión, y hace un acuerdo con una red móvil convencional para hacer las conexiones restantes, puede ofrecer buena cobertura a tarifas mucho más baratas.
 
Los suscriptores de Republic Wireless tienen que comprar dispositivos móviles especiales que pueden trasladar las llamadas sin que se note entre el Wi-Fi y la red celular (actualmente se ofrecen dos modelos Motorola). 
 
Los contratos mensuales, que pueden ser cancelados en cualquier momento, van actualmente desde 5 dólares al mes para llamadas por Wi-Fi hasta 40 dólares al mes por un paquete ilimitado; no una mala oferta en Estados Unidos, donde algunas operadoras convencionales cobran el doble de esa cantidad.
 
FreedomPop (que ha recaudado dinero de Atomico, el fondo aventurero de Niklas Zennstrom, uno de los fundadores de Skype) ha desarrollado más la idea. Sus clientes simplemente instalan una aplicación en cualquier dispositivo móvil que prefieran, y ésta dirige sus llamadas a través de una conexión Wi-Fi cuando está disponible. 
 
El servicio básico – 200 minutos de voz, 500 mensajes de texto y 500 megabytes de datos – es gratis y el paquete “ilimitado” cuesta 20 dólares mensuales (aunque hay restricciones sobre las velocidades de descarga después del primer gigabyte). La empresa espera ganar dinero con servicios adicionales, como capacidad de datos extra o un segundo número telefónico en otro país.
 
El “Wi-Fi primero” ganó credibilidad en abril, cuando Google lanzó un servicio como el de Republic. Solo funciona con un teléfono hecho para Google, el Nexus 6. El plan básico cuesta 30 dólares mensuales e incluye un gigabyte de datos. Pero los clientes que no usen toda su asignación de datos cada mes reciben un crédito válido en su siguiente factura. 
 
Esto significa que Google no gana dinero sobre lo que se conoce como “servicios no redimidos”, la parte no utilizada de la asignación de un usuario. Republic está planeando seguir el ejemplo dentro de poco.
 
 
Pese a los precios atractivos, la aceptación de estos nuevos servicios ha sido bastante modesta hasta ahora. Republic afirma tener 350,000 clientes y FreedomPop casi un millón (de los cuales casi la mitad paga servicios adicionales). En el caso de Republic, el factor limitante parece ser el requisito de comprar sus teléfonos especiales. 
 
Un problema más fundamental quizá sea que las empresas de Wi-Fi primero dependen de la disposición de las operadoras convencionales a permitirles usar sus redes como recursos temporales a un precio aceptable
 
En cuanto a FreedomPop, algunos usuarios se han quejado de las conexiones caídas y el mal servicio al cliente. En ambos casos, los suscriptores necesitan mantener encendidas las conexiones de Wi-Fi de sus dispositivos de manera permanente, lo cual agota la batería de los dispositivos.
 
Estas desventajas podrían dificultar la venta de suscripciones de Wi-Fi primero en países donde las tarifas ya son bajas, como Gran Bretaña, que se jacta de tener generosos paquetes mensuales de alrededor de 10 libras esterlinas (16 dólares). 
 
Por otro lado, a los usuarios podrían dejar de importarles las desventajas, conforme cambien de hacer llamadas de voz y enviar mensajes de texto al uso de los servicios de mensajería y las aplicaciones de relacionamiento social, y conforme mejoren las baterías de los aparatos, en cuyo caso incluso una pequeña reducción de precio pudiera resultar tentadora.
 
En todo caso, la tecnología mejorará con el tiempo. Un problema más fundamental quizá sea que las empresas de Wi-Fi primero dependen de la disposición de las operadoras convencionales a permitirles usar sus redes como recursos temporales a un precio aceptable; una disposición que probablemente disminuirá conforme crezcan las empresas incipientes. 
 
Actualmente, tanto Republic como FreedomPop usan la red de Sprint, la tercera operadora más grande de Estados Unidos. Para evitar ser dependientes de una operadora y permitir a los clientes usar una variedad más amplia de teléfonos, ambas empresas están tratando de firmar con una segunda, probablemente T-Mobile USA, la número cuatro del país. Google ya tiene acuerdos con ambas redes.
 
La mayor prueba para “Wi-Fi primero” se dará si y cuando las operadoras de cable u otros grandes proveedores de banda ancha decidan usar la tecnología para ofrecer telefonía móvil. 
 
Craig Moffett de MoffettNathanson, una firma de investigación, piensa que las grandes operadoras de cable estadounidenses como Comcast y Charter Communications pudieran hacer este movimiento en los próximos años. Ya controlan millones de centros de conexión de Wi-Fi. 
 
Y varias de las operadoras de cable más grandes de Estados Unidos tienen el derecho a acceder a la red de Verizon según los términos de un acuerdo de 2011 en el cual vendieron parte del espectro móvil a Verizon.
 
Otros analistas – y, quizá poco sorprendentemente, las operadoras convencionales – son menos optimistas. Dean Bubley, de Disruptive Analysis, una firma consultora de telecomunicaciones, duda de que los servicios de Wi-Fi primero lleguen alguna vez a la adopción masiva. Pero, predice, disfrutarán de cierto éxito entre los jóvenes y las personas de menos recursos económicos; y esto será suficiente para ejercer presión a la baja sobre los planes de precios de los celulares.
 
También es probable que las operadoras móviles convencionales hagan más uso del Wi-Fi. En realidad, esta es una razón detrás de las recientes fusiones de telecomunicaciones en Europa. 
 
Por ejemplo, una vez que EE, la mayor operadora móvil de Gran Bretaña, se incorpore a BT, el mayor proveedor de banda ancha, será más fácil que EE descargue llamadas, mensajes de texto y datos a los muchos centros de conexión Wi-Fi de BT. Y los dispositivos que operen en 5G, la próxima generación de la tecnología de telecomunicaciones móviles, que será lanzado para 2020, probablemente tendrán la capacidad de enlazarse con la estación base más cercana, ya sea celular o de Wi-Fi. 
 
Quizá el esquema de precios “freemium” de FreedomPop sea un signo de las cosas por venir: los consumidores recibirán un servicio básico por nada, y todas las utilidades tendrán que provenir de venderles servicios extra.
 
kgb 
 

Tips para tus finanzas personales directo en tu correo.
Al registrarme acepto los términos y condiciones

  TAGS

Taboola
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR