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Ciudad de México.- Mucho se habla de la amenaza que podría representar el desarrollo de la inteligencia artificial para la humanidad. El cine de ciencia ficción lo ha ilustrado en varias ocasiones en cintas como: The Matrix, Terminator, o en The Avengers: Age of Utron.
Científicos como Stephen Hawking, y expertos en tecnología como Steve Wozniak, han alertado sobre una carrera armamentística global de armas que emplean inteligencia artificial. Este tipo de tecnología se percibe como un peligro para el hombre, pues las armas autónomas podrían convertirse en los desarrolladores de más armas en el mañana.
Sin embargo, aún no se sabe con exactitud el momento en que esto podría ser una realidad, se entiende que está en fase de desarrollo, pero no es algo que se encuentre en el futuro inmediato. O al menos, eso podría parecernos.
A continuación, presentamos tres factores que podrían acercarnos o alejarnos de la inteligencia artificial, todo depende del punto de vista.
Estudios realizados por el Dr. Mario Treviño Villegas, profesor Investigador de la Universidad de Guadalajara, Gary Bornett, estudiante del MISTI, y Dmetri Hays, recién graduado de posgrado en Berkley, Estados Unidos, indican que la posibilidad de alcanzar una inteligencia artificial similar a la humana está lejos, pues de inicio, aún no se sabe cómo funciona el cerebro de las personas.
Hasta el momento, las investigaciones en nuerociencia han establecido que existen dos tipos de neuronas, cuya conexión se da en 16 formas distintas, sin embargo, no se sabe bien a bien cómo funciona la comunicación entre ellas, pues, en una primera instancia, establecen conexiones con aquellas con las que tienen mayor cercanía, pero esto no les impide conectarse con las que están más lejos.
La red de neuronas es más complicada de lo que parece, y las reglas de proximidad pueden no aplicar siempre. Los investigadores han detectado que hay algo más que establece las conexiones. El reto de los estudios, es saber cómo se construyen las redes, pues en algunos casos la relación es más fuerte y en otro no.
Además, el cerebro tiene la capacidad de decidir cuándo se establece una conexión, y cuando se remueve. Se sabe que la comunicación funciona a través de estímulos, pero se desconoce cómo funcionan en las neuronas.
Si bien hasta ahora toda la investigación que existe sobre el cerebro humano ha avanzado de una manera muy lenta, pruebas como la que se realiza en la Universidad de Guadalajara prometen acelerar el ritmo y disminuir el tiempo para aprender mejor sobre el funcionamiento de la mente.
Antes, las investigaciones tomaban años, debido a que se tenían que realizar con sujetos vivos, en este caso, realizar pruebas con ratas, para aprender de ellas en primera instancia.
Gracias a las computadoras y a su rápido avance, es posible hacer estudios simulados por medio de ordenadores sin necesidad de hacerlo en animales. Actualmente, los equipos permiten utilizar lenguaje de computación para programar de una manera muy similar a cómo se sospecha lo hace el cerebro humano. Lo que antes tomaba años, ahora se hace en cuestión de meses y a un menor costo.
La investigación desarrollada en la Universidad de Guadalajara, en conjunto con el MIT de Estados Unidos, busca es descifrar el funcionamiento del cerebro, para combinarlo con la tecnología, y así, aplicar todo el conocimiento para utilizarlo en el campo de la medicina, por ejemplo, para el control de las prótesis robóticas, o en el desarrollo de chips para acabar con la ceguera.
También, permitiría mejorar los tratamientos para enfermedades del cerebro, pues con ello, existe la posibilidad de ver qué pasa al interior de los pacientes sin ser invasivos.
Jbf
