Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

2 Nov, 2015

El mundo sigue atento a los riesgos económicos internacionales

El mundo financiero sigue muy atento a la decisión que deberá tomar la Fed en cuanto a tasas de interés, pero los inversionistas descuentan que el organismo, que lidera Janet Yellen, no tomará dicha determinación pronto. Diversas razones la han llevado a esa conclusión, ante todo, la desaceleración reciente de su economía y la fortaleza del dólar.

Por lo pronto, los Bancos Centrales del mundo se reunieron durante la semana pasada para analizar sus opciones de decisión ante la posible necesidad de elevar sus tasas de interés.

El Banco de México, por su parte, ha mantenido inamovible en 3% su tasa de referencia, porque la economía no va mal. Ha habido incrementos importantes en el consumo, ante la creación de empleos formales en el país; la recepción de remesas del exterior, la creciente disponibilidad de crédito bancario en el país y la estabilidad de precios que ha sostenido la economía por debajo de 3% anual.

Sin embargo, el Banco de México prevé más volatilidad relativamente pronto, con una inflación mayor a la actual, en 2016, manteniendo sólido el contexto macroeconómico de la economía nacional para seguir diferenciando a nuestro país de las demás economías emergentes.

Con la decisión de política monetaria que el Banco de México anunció el viernes de la semana pasada, la tasa objetivo cumple ya 17 meses en un nivel de 3.0%, periodo en el cual el tipo de cambio ha sido la principal defensa ante las modificaciones en el flujo de capitales provenientes del exterior.

De junio de 2014 al cierre del viernes pasado, la paridad del peso frente al dólar se ha incrementado 29%, según cifras oficiales; de manera que el comportamiento del tipo de cambio contrasta con el observado en las tasas de interés, la otra variable que también la hace de ajuste ante situaciones desestabilizadoras. De manera que en México la cotización del peso frente al dólar absorbió la mayor parte del ajuste.

En ese contexto, se espera que las acciones que se lleven a cabo en el país para implementar de forma adecuada y oportuna las reformas estructurales pendientes, propiciarán un crecimiento económico mayor, pero moderado, con estabilidad de precios.

Y en el escenario de ese análisis monetario, es evidente que la Junta de Gobierno del Banco de México reiteró que seguirían muy atentos a la evolución de las variables macroeconómicas, particularmente, las reflejadas en la relación México–Estados Unidos, para elevar nuestras tasas luego del aumento que instrumente  la Fed.

Por otra parte, mientras tanto, las expectativas de crecimiento del PIB mexicano se centran en 2.3% para 2016, según las proyecciones del Banco Base, y otras, dependiendo de los efectos de un mayor deterioro de la economía de China y la regularización de la política monetaria estadunidense.

Sobre los riesgos internos, el Banco Base destacó la posibilidad de la caída de producción del petróleo, un recorte adicional al gasto y la debilidad cambiaria, como elementos preocupantes.

También, es importante el hecho de que México ha dejado al tipo de cambio como variable de ajuste, ya que será un refugio para los flujos de capital, si Brasil pierde su grado de inversión, debido a los problemas económicos, políticos y sociales que lo aquejan. “Nuestro país, dijo Banco Base, será beneficiado por la crisis en Brasil, en materia de flujos de capital, induciendo un tipo de cambio  sobre los 15.20 a 15.50 pesos por dólar en 2016”.

Finalmente, en ese tema, Bank of America Merrill Lynch iniciará su elevación de tasas de interés en 2016.

Por otra parte, ha sostenido el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, que se están siguiendo muy de cerca las implicaciones sectoriales del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) y sus efectos en la economía nacional, en temas como energía y el mercado de lácteos, que fortalecerán nuestra capacidad de competir en condiciones favorables con Estados Unidos, dado que contaremos con la posibilidad de hacer alianzas productivas con esos sectores, en países como Australia y especialmente Nueva Zelanda.

                                Economista

Twitter: @acanovelez

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