Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

21 Dic, 2015

Fed termina era de bajas tasas

La semana pasada ocurrieron importantes acontecimientos en cuanto a sus efectos en la economía mexicana, que reducirán las especulaciones monetarias y la inestabilidad en los mercados cambiarios que han afectado al peso, atribuibles a la falta del esperado anuncio del banco central de Estados Unidos (la Fed) sobre sus cambios en la regulación monetaria.

Por un lado, la largamente esperada elevación en su tasa de interés de fondos federales, que con un ajuste mínimo de 25 puntos base, acababa la era de créditos baratos y que, a partir de 2016, se iniciarían alzas lentas y graduales en su tasa de interés de referencia. También se anunció que darían seguimiento y orden a las condiciones, no sólo de estabilidad de precios –es decir, inflación–, sino a las del empleo en el mercado laboral. Dicho cambio no se esperaba, ya que la Fed siempre se había fijado exclusivamente en su meta única, la inflación, como indicador de la salud de la economía, para efectos de la acción de su banco central.

Así, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal, presidido por Janet Yellen, la primera mujer presidenta de la Fed, emitió en su comunicado del miércoles 16: “El Comité juzga que ha habido un mejoramiento considerable del mercado de trabajo este año y está razonablemente confiado en que la inflación subirá en el mediano plazo a su objetivo de dos por ciento”.

Significativo que la presidenta Yellen se haya atrevido a abrir esa nueva preocupación para el banco central estadunidense, pero es evidente que caló fuerte la influencia intelectual de su viejo y recordado maestro de asuntos monetarios, James Tobin, quien siempre abogó por más intervención del Estado para evitar las crisis en los mercados financieros.

Estaba previsto también que el Banco de México se plegara a la acción de la Fed y los mercados financieros en México reaccionaron de forma positiva a la decisión tomada en EU de aumentar la tasa de interés de referencia. Así, la Bolsa Mexicana de Valores subió 1.22% para ubicarse en 43 mil 429.72 unidades, y con este resultado consolidó su tendencia alcista, desde previo a la reunión de la Fed. A su vez, el dólar, en su modalidad interbancaria, se depreció 5.15 centavos al cerrar en 17.088 pesos, según el Banco de México; y de acuerdo a especialistas, la apreciación del peso se debía a que, acto seguido, el instituto central también subiría su tasa de interés en 25 puntos base, a 3.25 por ciento.

La Fed también buscó tranquilizar a los mercados al reiterar que el ritmo de futuras alzas en tasas sería gradual y dependiendo de la evolución de las cifras económicas.

Michael Hanson, economista para EU de Bank of America Merrill Lynch, destacó que, desde su perspectiva, hubo tres mensajes clave en las declaraciones de la Fed. El primero, que el comité tiene confianza en que se cumplirá con su mandato dual. Segundo, “el tiempo que toman las acciones de política en impactar los resultados económicos futuros”, explica por qué están incrementando las tasas antes de que la inflación repunte. Tercero, presentaron un frente unificado; tres miembros expresaron reservas, sin embargo, ninguno decidió.

Por otra parte, la Comisión Nacional de Hidrocarburos llevó a cabo licitaciones con las cuales se ofertaron diez campos para la exploración y explotación en aguas profundas, del Golfo de México, junto a los estados de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche, en dos áreas: El Perdido y Salina del Istmo. El resultado de la licitación fue el otorgamiento de contratos de licencia con los cuales lograron decenas de miles de millones dólares por los diez bloques en el proceso más importante de la Ronda Uno, que es la de aguas profundas. Lo significativo también fue la muy importante participación de ganadores mexicanos, que fue la mayoría de los participantes.

Finalmente, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que preside la mexicana Alicia Bárcena, corrigió la perspectiva de crecimiento para la economía mexicana, de 2.6% para el próximo año, cifra superior a la esperada para la región, que se va a dar por el impulso de la demanda externa, favorecida por la mejoría en la actividad económica de EU.

Dicho motor, detalló el organismo, va a permitir contrarrestar el menor gasto público que se va a ejercer durante el siguiente año, producto de la caída de los ingresos petroleros.

                *Economista

                Twitter: @acanovelez

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