Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

13 Jun, 2016

Mayo acusó buenos momentos en la economía mexicana

La economía norteamericana ha venido generando  —en este segundo trimestre— buenos y malos días para el peso, por las fluctuaciones en los mercados cambiarios, ante la indecisión de la Fed de mover sus tasas de interés; y ahora todo indica que no las subirá este 15 de junio, como estaba previsto, sino después, porque la cambiante actividad económica de Estados Unidos y los niveles de especulación en los mercados apuntan a que no es el momento oportuno, por el riesgo de inducir una reducción en su actividad económica.

Lo que sí se sabe, desde hace varias semanas, es que las condiciones del mercado han ido mejorando, lo que ha llevado a que el Banco Mundial eleve las expectativas globales de crecimiento en un punto porcentual del PIB a 2.5 por ciento en 2016. También los diversos bancos mexicanos, de 2.3 a 2.5 por ciento, salvo BBVA, que considera que la economía irá mejorando hasta subir a 2.6 por ciento en 2017 ante el favorable comportamiento de la demanda interna y la depreciación del tipo de cambio, llegando hasta 3.0 por ciento del PIB en 2018.

Por su parte, la tasa de interés de referencia del Banco de México puede subir, independientemente de los movimientos de política monetaria de la Fed, según Javier Eduardo Guzmán Calafell, subgobernador del Banco de México.

En una presentación en Londres dijo que no descartan intervenir discrecionalmente en el mercado cambiario local “en caso de condiciones extraordinarias”, debido a la necesidad de enfrentar especulaciones contra el peso.

Banxico anticipó que los bancos centrales de economías emergentes tendrán que lidiar con el reacomodo de carteras en sus mercados y presiones en las monedas, ante la normalización monetaria de las economías avanzadas. “Es difícil concebir políticas monetarias nacionales totalmente aisladas”, dijo el subgobernador Manuel Sánchez González, en una conferencia en Guatemala. “La sincronía monetaria, así como la de la producción, distan mucho de ser perfectas”, añadió.

El peso mexicano tuvo la semana pasada una de sus mejores jornadas desde hace tres meses al presentar una apreciación superior, debido al optimismo de los inversionistas por la probabilidad de que la Fed no suba su tasa de interés en esa semana y por la elevación del precio del petróleo en el mercado en el que vende México, el West Texas Intermediate, que subió a 50.43 dólares el barril, su nuevo costo máximo, no visto desde el desplome de los precios hace varios meses.

A su vez, Pemex presentó un plan para explorar aguas de difícil acceso en el Golfo, en un polígono que le corresponde a la empresa mexicana que lo operará conjuntamente con cuatro socios, con experiencia amplia en esas profundidades. Los análisis preliminares prevén encontrar, en ese sitio, abundante petróleo ligero.

Asimismo, visitó México el primer ministro de la India, Narendra Modi,  quien busca junto con el presidente Peña Nieto, escalar la relación bilateral de los dos países para pasar de una asociación privilegiada a una estratégica. Ambos países son similares: políticamente estables, con democracias consolidadas y que creen en el libre comercio.

Fue recibido en Los Pinos por el presidente Peña Nieto, con quien acordó promover inversiones recíprocas y ampliar las que ya se dan en distintos sectores. Se busca promover inversión a partir de la Reforma Energética, ya que México  se ha concentrado en la generación de energías renovables, en donde India es un importante referente mundial, igual que mayor cooperación en el sector aeroespacial, industria en la que México crece.

El Presidente también hizo reconocimiento al interés de India de incorporarse al Grupo de Suministradores Nucleares. “Como país tendremos un respaldo positivo y constructivo en ese propósito.” Por su parte, el primer ministro recordó que México fue el primer país de América Latina que reconoció a su nación. Más tarde, el presidente Peña Nieto invitó al primer ministro a cenar en un restaurante de Polanco.

Por su parte, “el crédito de la banca mexicana a las empresas entró en su mejor auge desde la crisis”, declaró Luis Robles, presidente de la ABM. “Crece la demanda por menores tasas y mejores condiciones crediticias”, y destacó que haya “una mayor derrama hacia las empresas de menor tamaño en el país”.

Acerca de la microempresa, reconoció que se ha crecido en esos niveles, 13 por ciento porque era un segmento poco atendido; pero al unirse con la banca de desarrollo y el que los propios bancos hayan recalibrado sus metodologías de riesgo, ha hecho que las pequeñas empresas hoy sean importantes sujetos de crédito, el 24.2 por ciento de esa cartera.

Pero la informalidad es la barrera principal que “obstaculiza mucho la entrada de mipymes (Micro, Pequeñas y Medianas Empresas Mexicanas) al crédito formal. Sólo el 7.1 por ciento de estas empresas cuenta con algún tipo de financiamiento. Dicho número contrasta con el 59.4 por ciento de las grandes empresas. El 73 por ciento de las empresas que operan en el país es informal”.

*Economista

Twitter: @acanovelez

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