El problema del aeropuerto: el agua

El problema con el actual aeropuerto capitalino es el agua. No la tiene o, mejor dicho, la obtiene a un costo bastante caro. El gobierno de Miguel Ángel Mancera está por presentar su segunda entrega de La Opinión de la Ciudad y ahí viene como una de las primeras propuestas la de solucionar el tema del agua.

LA OPINIÓN DE LA CIUDAD, TEMA: EL AGUA

Actualmente existen ocho enormes sistemas de bombeo para ofrecer el líquido al aeropuerto. Pero es un hecho: el oriente de la ciudad carece de agua potable en varias zonas, y, lo paradójico, es una zona que año tras año sufre fuertes inundaciones. Salomón Chertorivski, secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México, se ha metido de lleno al tema buscando una solución pactada con el gobierno federal. De ahí salieron estos estudios de La Opinión de la Ciudad, en los que distintos académicos y especialistas están dando sus opiniones sobre cómo reutilizar los terrenos del aeropuerto capitalino.

Recordemos que el nuevo aeropuerto capitalino se ubicará en Texcoco y, por la cercanía, el actual se deberá cerrar como aeropuerto. Pero los usos que se le pueden dar al actual son múltiples. Estamos hablando de 710 hectáreas.

TERRENOS VECINOS, SUBIR EL VALOR

En algún momento alguien habló de que dichos terrenos podrían ser concesionados a constructoras para departamentos o casas, lo cual sería un golpe tremendo al uso público que se podría dar en un terreno de esas proporciones.

Además, por primera vez en décadas, se podrían solucionar muchos problemas para los vecinos. Por ejemplo, el aeropuerto quedó en medio de casas, las cuales tienen poco valor por la incomodidad. De hecho, todos los terrenos de alrededor del aeropuerto tienen poco valor por la densidad de uso del suelo, donde no se pueden construir ni siquiera los edificios de cuatro pisos.

OBRA HÍDRICA, FORZOSA

En La Opinión de la Ciudad viene un estudio de la Alianza Fiidem A.C., la Alianza para la Formación e Investigación en Infraestructura para el Desarrollo de México.

El estudio registra al problema hídrico como el principal del actual aeropuerto capitalino y sus colonias vecinas. Habla de una falta crónica de agua potable. También señala que si se quiere construir en esos terrenos se deben tomar en cuenta las condiciones de suelo, factores sísmicos, las zonas inundables, el drenaje y el transporte urbano, en fin, todos los factores que pueden constituir una restricción para desarrollos urbanos.

SCT Y CDMX, SOLUCIÓN CONJUNTA

El secretario de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, ha sido sensible a la problemática y, desde luego, ha platicado con el gobierno capitalino. Aquí el problema era clave: el aeropuerto tiene un uso federal, pero los terrenos son de la ciudad. Debe encontrarse una solución concertada. Y esta segunda entrega de La Opinión de la Ciudad cae en un buen momento: ahora sabemos el problema grave del actual aeropuerto, y cualquiera que vaya a ser su uso requerirá de una obra de infraestructura hidráulica de dimensiones mayores.

Recordemos que la zona anteriormente fue un lago y se deben reestructurar los ciclos hidrológicos. De esta manera se podría llevar agua potable a los habitantes más pobres de la zona oriente de la Ciudad de México, pero desde luego también se podrían ordenar obras para evitar las inundaciones anuales. Y ojo: todo esto también va a tener que ir de la mano con el Estado de México, pues los terrenos ya colindan con esa entidad.

LA ÚLTIMA AUDITORÍA
A CFE DE ENRIQUE OCHOA

Salió bien librado. Enrique Ochoa puede estar tranquilo en el PRI (bueno, en lo que a su trabajo anterior concierne). Resulta que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), que preside Alejandra Palacios, pudo auditar los números de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

La auditoría independiente fue la de Russell Bedford México y arrojó como resultado una “opinión limpia”, es decir, los recursos se gastaron donde se debían gastar. La Cofece le da una última buena calificación a la gestión de Ochoa en la CFE. Hasta aquí su carrera técnica, ya veremos la política.