David Páramo

Análisis superior

David Páramo

4 Ago, 2016

El costo de la inacción

El gobierno de Enrique Peña Nieto ha cometido el gravísimo error de apostar que mediante un diálogo obsesivo, circular y sin sentido la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación se irá desgastando y diluyendo. Problema que se posterga, se complica.

No hay nada que negociar con la CNTE. La Reforma Educativa fue aprobada por la mayoría en las cámaras de Diputados, Senadores y los congresos locales, es decir, tiene la legitimidad que da un proceso dentro de la democracia en una reforma a la Constitución.

Si se quisiera revertir, el Poder Ejecutivo no tiene facultades para hacerlo. Si se pretendiera anular esta reforma, que dicho sea de paso es correcta, se tendría que acudir al Congreso de la Unión y no a unas mesas de diálogo en las cuáles sólo ellos saben de qué están hablando, qué se pide y en qué se está cediendo. Tiene razón Mexicanos Primero al exigir que las negociaciones sean públicas para que los mexicanos sepamos de qué están hablando, realmente qué buscan los líderes de la CNTE.

Este grupo delincuencial disfrazado de sindicato no está interesado en la Reforma Educativa, sino en generar un clima de tensión en el país para hacer creer que Andrés Manuel López Obrador es el único que tiene la capacidad de apagar un fuego que él aviva a pesar de sus llamados a terminar con el conflicto. Para el padrote de Morena el único camino es que se impongan las sinrazones de la CNTE.

En las mesas con el secretario de Gobernación no se está negociando nada que tenga que ver directamente con la educación de los niños que, al final del día, es lo que debe importar, no los privilegios de un pequeño grupo que todos los días reta y vence al Estado Mexicano.

HARTAZGO

Es evidente que la CNTE no busca ser popular entre la población, de hecho saben que su verdadera fuerza está en tensar cada vez más la situación del país. Buscar incrementar la sensación de crisis y fracaso del gobierno de Peña Nieto para así contribuir a un cambio de rumbo en el país, lo que desde el punto de vista económico sería verdaderamente trágico, volver al populismo de las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado.

Así, el tiempo corre a su favor. Entre más tiempo puedan pasar en la calle usando a personas que se venden por los 300 pesos diarios que les paga Morena y generando mayores tensiones su movimiento de crispación irá avanzando en una mayor molestia para todos los mexicanos.

IP

La relación entre el actual gobierno y la iniciativa privada ha sido particularmente frágil puesto que se ha roto en por lo menos dos ocasiones anteriores; sin embargo, ésta es la más grave.

Los empresarios han tenido que dejar atrás su estilo políticamente correcto y prudente ante el gobierno que no les está dando ninguna respuesta eficiente. El 28 de junio, cuando se reunió el pleno del CCE con Miguel Ángel OsorioChong, parecería que se avanzaba.

Sin embargo, lo que la Secretaría de Gobernación llama atención a las demandas de la iniciativa privada no ha sido más que discursos y palabras.

El tono de los empresarios ha venido subiendo ante la falta de acción del gobierno. Se han acumulado los reproches al vacío hasta convertirse en desesperación. Primero fueron los recuentos de las pérdidas y de los potenciales daños, a partir de esta semana el gobierno mexicano decidió dar un paso más adelante.

Hay algunos que parecen retos que fueron muy mal respondidos por el gobierno con amenazas. Ante los que presentaremos declaraciones fiscales en ceros o suspenderemos las cuotas al IMSS, una fuerte respuesta de fiscalización y sanciones penales.

El éxito que hasta el momento han tenido los miembros de la CNTE y sus satélites de ilegalidad violando la ley es una invitación del propio gobierno para que otros lo hagan. Hoy es claro que pierden los mexicanos que cumplen con la ley, puesto que sus derechos humanos son violados por grupos de delincuentes.

Ante hechos concretos como las caídas en empleos, inversiones, robos y demás violaciones a la ley en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, el gobierno no está oyendo ni viendo a los empresarios.

Seamos claros. La riqueza sólo es construida por la iniciativa privada. La función del gobierno es generar un entorno para que los empresarios hagan lo suyo o, por lo menos, no estorbar.

El temor del gobierno federal para cumplir con la ley, haciendo uso legítimo de la fuerza en contra de los delincuentes que bloquean caminos y roban, ha hecho que el gobierno se convierta en un estorbo para la iniciativa privada.

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