José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

11 Nov, 2016

¿A quién eligieron?

El electorado de Estados Unidos votó por “el cambio” al elegir a Donald Trump como Presidente, aunque ello implique el fin del mundo como lo conocemos e ingresar a una era en la que las instituciones que permitieron el más exitoso y prolongado lapso de progreso económico y social de la humanidad, se vayan literalmente al diablo.

La comentocracia de EU no sale de su pasmo ante lo que parecía imposible, aunque algunos empiezan a encontrarle virtudes al demagogo a partir de un discurso de victoria moderado en el que no insultó a nadie, ni prometió meter a Hillary Clinton a la cárcel ni construir su famoso muro fronterizo.

Un discurso insulso y cursi en el que, como las estrellas cuando reciben el Oscar, le dio las gracias a su familia, empezando por sus padres que “lo ven desde el cielo,” y a sus cómplices Rudi Giuliani, exalcalde de Nueva York, y Chris Christy, gobernador de Nueva Jersey.

Ciertamente esa golondrinita no hace verano, y no debemos olvidar quién es Trump y la sarta de mentiras y amenazas que pavimentaron su camino a la Casa Blanca:

“Si decido hacer campaña para alcanzar la Presidencia, me comprometo a presentar mis declaraciones de impuestos,” lo que nunca hizo, en una acción sin precedente en la política de EU. A diferencia del resto de los políticos de su país, el teflón de Trump jamás se rompió a pesar de la falsedad de sus promesas.

“Cuando México manda a su gente (a EU) traen drogas, traen crimen, son violadores…”.

Esas fueron sus palabras cuando anunció su candidatura en junio del año pasado y fue sólo el principio de las pavorosas caricaturas que ha hecho: los musulmanes, terroristas; las mujeres, débiles y sanguinolentos objetos sexuales; se vale ridiculizar a los discapacitados; los negros, viven en la desesperación; etc., etc., etc.

En su discurso del martes no repitió que encarcelaría a Hillary y le dedicó un par de cumplidos, pero sólo Dios sabe qué es lo que vaya a hacer, sobre todo si nombra procurador de Justicia a su compinche Rudi Giuliani,quien persiguió ilegalmente y chantajeó a Michael Milken cuando fue procurador en Nueva York.

Es claro que no entiende la diferencia entre un Presidente elegido al cargo en una república con una efectiva división der poderes, como EU, y un dictador que por su sola voluntad hace lo que se le da la gana”.

Prometió “facilitar” las leyes sobre difamación para criminalizar con mayor facilidad a quien lo critique, en una clara violación de la Primera Enmienda Constitucional, que a la letra dice: “El Congreso no hará ley alguna respecto de establecer una religión, o (para) prohibir su libre ejercicio; o para acotar la libertad de expresión o de la prensa…”.

Refiriéndose a las prácticas de tortura que hicieron siniestramente célebre a la prisión de Abu Ghraib en Irak, Trump afirmó que “Yo adoptaría (prácticas de tortura) infernalmente peores que las de semi-ahogar (a los prisioneros)”. Al mismo tiempo, amenazó con asesinar a inocentes parientes de sospechosos terroristas.

En alusión al líder ruso, Trump dijo: “Siempre me he sentido bien respecto de Putin, habla bien de mí y pienso que es un líder fuerte,” para acto seguido criticar a Barack Obama por ser un líder débil, a quien durante años acusó de no ser ciudadano de EU.

Muchos pensamos que la revelación grabada de lo que pensaba de las mujeres, cuando afirmó que “cuando eres una estrella, una celebridad, ellas te dejan hacerles (lo que sea)” acabaría con su candidatura, sobre todo al aparecer más de una docena de mujeres que lo denunció por intentar sobrepasarse. De nuevo, me equivoqué.

Esta apretada síntesis de los dichos trumpianos es clara evidencia de la calidad del próximo Presidente de EU. ¡Qué horror!

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