Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

6 Sep, 2017

Botón de inicio

Desacostumbrarse es uno de los rituales a los que nos obliga cada actualización de algún producto de Apple. Es su sello de casa.

El primer ejemplo disruptivo ocurrió en 1998 con el lanzamiento de la iMac G3, aquella de colores y forma curva, que no contó con entrada para disquete y obligó al usuario a emplear solamente USB y CD (y posteriormente DVD). Siguiendo esa tendencia, el lector de discos comenzó hace cinco años a ser descontinuado de las computadoras de esa marca. En ambos casos fueron decisiones muy criticadas, pero que acabaron por imponerse en la cotidianidad.

Justo ayer se cumplió una década del lanzamiento del iPod Touch, que jubiló la popular rueda táctil que distinguió a los anteriores modelos del reproductor musical. Adoptó de su hermano mayor, el iPhone –nacido también en 2007–, sus principales innovaciones: la navegación dactilar en una pantalla táctil y, debajo de ésta, un botón redondo, llamado de inicio.

Esta última característica –conocida en inglés como Home Button– está a punto de desaparecer, de ser ciertas las versiones publicadas por sitios especializados sobre lo que presumiblemente será el iPhone 8, cuya presentación está prevista para el próximo martes.

No se trata de un cambio cualquiera: como dice Dan Frommer, editor en jefe del portal Recode, presionar el botón de inicio es la tercera actividad más común de cualquier usuario del iPhone... después de respirar y hablar.

Icono de la simplicidad, el botón de inicio supuso una revolución del diseño industrial en una época en la que los teléfonos eran cajas repletas de teclas con números e incluso letras (como las Blackberry). Curiosamente, en el planteamiento inicial del iPhone estaba considerado que no tuviera botón alguno. Y, más curioso aún, Steve Jobs sugirió –contrario a su vocación minimalista– que se le incorporara no sólo uno, sino dos botones, el de inicio y uno de retroceso, para facilitar la navegación.

Este dato se conoció apenas en junio pasado cuando salió a la venta el libro The One Device: The Secret History of the iPhone (Little, Brown and Company, Nueva York, 2017), del periodista Brian Merchant, quien reúne testimonios de los ingenieros y desarrolladores que colaboraron con Jobs.

Uno de ellos, Bas Ording, relata que la inspiración del Home Button provino de dos fuentes. La primera la constituyen los gestos y deslizamientos que ejecuta con las manos Tom Cruise en una interfaz transparente en la película Minority Report (Sentencia Previa). La segunda es la función Exposé de las computadoras Macintosh (hoy conocida como Mission Control) que facilita la navegación en las ventanas y aplicaciones abiertas.

Pero fue un integrante del equipo de diseñadores del iPhone, Imran Chaudhri, quien convenció a Jobs de que no hacía falta incorporarle un segundo botón. Uno sólo bastaría para ganar la confianza de la gente en comparación con otros teléfonos cuyas principales funciones yacían sepultadas en complicados menús.

Siguiendo ese modelo de sencillez que ya duró 10 años, el botón de inicio incorporó con el tiempo varias utilidades a la inicial, de desbloquear el aparato: descargar y pagar programas por medio de la huella digital (Touch ID), activar al asistente virtual Siri y servir de auxiliar para cambiar de aplicación o cerrarla, entre otras. Aunque ya desde hace años se especulaba de su desaparición, Apple lo renovó en el iPhone 7 con una tecnología que permite personalizar la presión del dedo, para volverla más suave o profunda, según se prefiriera.

Ahora, en consonancia con las tendencias de maximizar el tamaño de la pantalla sin que crezca el del dispositivo –como ya ocurre con el competidor Galaxy S8 de Samsung–, Apple parece dispuesto a forzar, de nueva cuenta, a sus usuarios a que reaprendan cómo usar el teléfono, aunque no está del todo claro cómo.

Entre las pistas más mencionadas por los portales tecnológicos están los tuits del desarrollador brasileño Guilherme Rambo (@_inside),  quien afirma haber explorado las cualidades del futuro sistema operativo iOS 11 en su iPad sin recurrir al botón de inicio e incluso sugiere que algunas de sus funciones –como la de activar Siri– serían adoptadas por el Lock Button (botón de bloqueo).

La duda es: ¿qué tan dispuestos o reacios al cambio estarán los más acérrimos fans del iPhone? El próximo 12 de septiembre sabremos con certeza cuántos usuarios pondrán su pulgar abajo.

marco.gonsen@gimm.com.mx

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