Resistente a los sismos de 1985 y 2017: Esta es la historia del edificio Canadá

El inmueble, desde un inicio marcó su destino, donde no se tiene la certeza de quién fue el arquitecto que lo diseñó
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El inmueble, desde un inicio marcó su destino, donde no se tiene la certeza de quién fue el arquitecto que lo diseñó. Foto: Google Maps
El inmueble, desde un inicio marcó su destino, donde no se tiene la certeza de quién fue el arquitecto que lo diseñó. Foto: Google Maps

Ciudad de México.- En sus faldas habitan los amantes de la vida nocturna, el Rincón Cubano permanece abierto muchas noches dando hospedaje a los amantes de la salsa, bares como el Jacalito y la Mala idea abren sus puertas a los noctámbulos que esperan la llegada de la mañana, ellos y algunos inquilinos sostienen al Condominio Insurgentes 300, mejor conocido como el edificio Canadá.

El inmueble, desde un inicio marcó su destino, donde no se tiene la certeza de quién fue el arquitecto que lo diseñó, aunque se habla de personalidades como Mario Pani y Enrique del Moral; la realidad es que este armatoste que resistió estoicamente los terremotos de 1985 y el que recientemente azotó a la capital mexicana este martes, no tiene padre.

De acuerdo con información del Condominio Insurgentes 300, el edificio fue construido en la década de los 50 como un referente del desarrollo y progreso empresarial del entonces creciente Distrito Federal y atribuye su construcción a Pani, sin embargo, no existen referentes puntuales de su intervención en este edificio.

La estructura, edificada en el estilo International Style, mide 56 metros y cuenta con 17 pisos, su construcción fue terminada en 1958 utilizando como materiales concreto reforzado y vidrio y fue uno de los primeros de la colonia Roma en poseer elevadores.

En un principio, tal como señalan las licencias de operación de este edificio y que datan de 1956 y 1959, el uso de suelo era destinado únicamente a comercios en la planta baja y oficinas de los pisos 1 al 16; además de un helipuerto en el piso 17 y estacionamiento en los sótanos 1 y 2.

Con el tiempo, el uso de suelo del edificio fue modificado para ser también de uso habitacional, información reciente de Notimex señala que de acuerdo con uno de los propietarios del condominio, Antonio Mendoza, este espacio es habitado por 60 personas a quienes se les dificultan las labores de mantenimiento debido a que una buena parte de los condóminos se marchó tras el sismo de 1985 y las cuotas de mantenimiento se han elevado.

El edificio fue testigo resistente de dos de los sismos más intensos registrados en la capital mexicana y de acuerdo con la publicación Casa del Tiempo, de la Universidad Autónoma Metropolitana el autor, Jorge Vázquez, este espacio que tras su inauguración prometía ser un centro de negocios emblemático de la ciudad ha pasado por una serie de conflictos.

Ello, desde las pugnas constantes por la administración del inmueble hasta el asesinato en 1995 del magistrado Abraham Polo Uscanga en el piso nueve, el autor hace referencia a dos publicaciones periodísticas entre los meses de mayo y junio de 1958 en las que se leen las características del condominio: banco, cafetería, tabaquería, farmacia, peluquería y estacionamiento.

Otra publicación de El Novedades de aquellos años, refiere el artículo, invita a los lectores a adquirir una de las oficinas del armatoste que pese a las leyendas y conflictos permanece en pie, hoy la planta baja que da a la calle insurgentes alberga tiendas de tatuajes y ropa y establecimientos de comida.

Si se mira hacia arriba, las pintas de grafiteros han alterado los pequeños mosaicos con los que fue decorado y algunos vidrios, a decir, de uno de los vecinos consultados recientemente por Notimex, permanecen sueltos desde el terremoto de 1985.

De acuerdo con información del Laboratorio de Investigación Vespa, en Canadá, el edificio fue conocido durante muchos años como Canadá debido a que durante al menos dos décadas sus alzados del ala norte ostentaron publicidad para la hoy extinta zapatería cuya desaparición data de mediados de 1990 para dar paso a Coppel.

La publicación señala que la leyenda que durante años fue visible para transeúntes y automovilistas de la avenida Insurgentes y que reza “México Calza Canadá” fue desmantelada para ser expuesta en el museo de Arte Carrillo Gil.

Además, señala que el también conocido como “El Coloso de Medellín”, llegó a contabilizar 430 despachos que alojaban a políticos y abogados influyentes; sin embargo, hoy sus estructuras permanecen a la espera de una reconstrucción.

El sitio oficial del Condominio Insurgentes 300, señala en un comunicado que los propietarios organizados como colegiando legalmente representado informan que el condominio no está dañado y tampoco será destruido.

Además, refiere que a lo largo de los años se han realizado trabajos de restauración en los que se cuida el cumplimiento de las recomendaciones de Protección Civil, en específico en materia de peritaje estructural, el sitio además cuenta con redes sociales en las que se pueden apreciar algunos de los espacios de este edificio.

Ha sido desalojado en varias ocasiones tras el paso de movimientos sísmicos, siendo la última vez tras el sismo del 19 de septiembre pasado, los vecinos, como Antonio Mendoza entrevistado en días pasado por Notimex señalan que se trabaja para el rescate de este emblemático edificio, que ha resistito tanto movimientos telúricos como el paso del olvido.

*livm

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