David Páramo

Análisis superior

David Páramo

27 Oct, 2017

Mucha telenovela

 

Durante los últimos dos días se dieron a conocer un par de noticias empresariales que muchos han querido ver bajo una óptica digna de una telenovela bastante mala, haga de cuenta como las de narcos con Kate del Castillo.

Comencemos por la más reciente. El consejo de administración de Grupo Televisa anunció que Emilio Azcárraga se concentraría en la presidencia del consejo de administración y que la dirección general sería ocupada por Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia.

No han faltado la gran cantidad de especulaciones bastante chafas que se interpretarían como que el presidente del consejo de Televisa despidió al director de Televisa por los malos resultados (¿cuáles?) de la empresa.

El único hueco de esta historia son los dos Azcárraga Jean. ¿Tiene doble personalidad?, ¿el refrito de Víctor, Victoria? Por supuesto que no. Se trata de una decisión que se preparó desde inicio de año que reconoce lo que pasaba en la realidad. El día a día es operado por Gómez
y De Angoitia y el rumbo de largo plazo por Azcárraga Jean como debe ser en cualquier empresa.

Si usted espera un giro de tuerca. Mejor vea una telenovela, puesto que la empresa preponderante en televisión abierta mantendrá la ruta.

HANK GONZÁLEZ

El miércoles el grupo financiero Banorte anunció que fusionaría a Interacciones en una operación que tiene un valor implícito superior a 25 mil millones de pesos. Se espera que las asambleas de accionistas aprueben la operación en seis semanas.

Esta operación que tiene un gran sentido empresarial, algunos quieren verla como una adaptación de Los Borgia o algo similar del catálogo de Netflix. Se pierden en decir que como Carlos Hank González es nieto de Roberto
González Barrera e hijo de Carlos Hank Rhon la operación era lógica.

¿Realmente alguien que no haya visto demasiadas telenovelas puede suponer que una operación de esta magnitud se haría sólo por un tema familiar? Ridículo. ¿Y los accionistas? ¿El futuro del negocio? Absurdo pensar que la rentabilidad del segundo grupo financiero del país depende de un tema de parentescos; sin embargo, podría servir para una telenovela siempre y cuando se puedan incluir algunas escenas de semidesnudos en la playa.

La determinación de fusionar a estos dos grupos tiene una gran lógica de negocios. Banorte no es solamente el único de los bancos que sigue en el mismo grupo de control desde la privatización a principios de la década de los noventa, sino que una parte muy importante de su crecimiento se ha dado por la compra de instituciones (Afin, Bancen, Banpaís, Bancrecer, International Bank, IXE, las afores Bancomer, Generali y el 50% de XXI).

El grupo encabezado por Hank González ha realizado una apuesta muy sólida por México que va mucho más allá de su eslogan El banco fuerte de México o su campaña de ser El banco de los mexicanos fuertes.

Han decidido que su desarrollo dependerá del crecimiento del mercado interno. En una entrevista que realicé en agosto con el presidente del Consejo de Administración de Banorte, quedó verdaderamente claro que su visión de México no sólo es profundamente optimista sino que está convencido de que su función es ayudar al crecimiento de México.

La falta de infraestructura es, sin lugar a dudas, uno de los más grandes obstáculos al crecimiento de México. Interacciones es una institución que se ha concentrado en el financiamiento de estados y municipios con un gran éxito. De hecho, están viviendo el mejor año del que tengan registro.

Así que la fusión entre Banorte e Interacciones debe ser vista como una herramienta para potenciar a este grupo financiero, el segundo de mayor tamaño en el país, al darle mayores herramientas para el crecimiento del país a favor de los mexicanos.

XV AÑOS

El festejo de los primeros 15 años de operación de Banco Azteca, presidido por Luis Niño de Rivera, debe ser visto sin ninguna duda como un evento fundamental en la competencia bancaria.

Cuando Ricardo Salinas inició con la operación de este banco, muy pocos creyeron que tendría éxito por concentrarse en los sectores de menores ingresos de la población, puesto que la banca tenía un modelo que, por decir lo menos, resultaba bastante elitista.

La operación de Banco Azteca no sólo ha sido exitosa para ellos sino también para el mercado que en buena medida se volvió más competido gracias a las buenas decisiones de los que ayer festejaron, sino por los mexicanos. Este banco fue, de muchos, pilar de la inclusión financiera.

 

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