Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

29 Nov, 2017

Avatares

 

No es fácil comprar un iPhone X. No sólo por su precio —cercano a 27 mil pesos—, sino porque está prácticamente agotado y cualquier interesado debe esperar semanas para poder adquirir uno. Estas circunstancias contribuyen a la muy escasa popularidad de una de sus más cacareadas innovaciones: los animoji.

Gracias a la tecnología de reconocimiento facial del más reciente teléfono de Apple, el usuario puede hacer que un emoji “hable” como si fuera él mismo, reproduciendo sus gesticulaciones. Esta maravilla es obra de TrueDepth, un sofisticado sistema cibernético que involucra sensores, cámara infrarroja y diversas aplicaciones que analizan el rostro y virtualmente lo cuadriculan para capturar con la mayor precisión posible sus rasgos y transferirlos a los dibujitos.

Se trata, por ahora, de un chiste local exclusivo para quienes ya lograron comprar ese aparato, pues sólo ellos pueden crearlos. A pesar de su escasa presencia, la compañía de Cupertino sigue tratando de venderlo como una característica divertida irresistible, para lo que busca aprovechar una tendencia surgida en redes: los animoji karaoke.

En su página oficial de YouTube, Apple publicó el pasado lunes un anuncio en el que los emojis cantan la rola All night del rapero Big Boi, imitando un ingenioso meme que comenzó a circular desde el 3 de noviembre, mismo día que el iPhone X salió a la venta.

Desde su cuenta de Twitter, Mia Harrison, candidata a doctora de la Universidad de Sydney, publicó un corto en el que emojis con forma de zorro, gallina, gato y cerdo cantan Bohemian Rhapsody imitando el videoclip del grupo Queen. No es que haya sido una idea original suya: un experimento similar con la misma canción fue publicado cuatro días antes por Harry McCracken, editor de tecnología de la revista Fast Company, quien lo bautizó como animoji karaoke. Pero la versión de Harrison se viralizó mucho más, al grado de superar los 38 mil retuits, un hito considerando que su cuenta no tiene ni siquiera 900 seguidores.

Los animoji karaoke no respetan género musical: rock, pop, reggaetón y villancicos forman parte del repertorio en el que, incluso, ha resucitado el viejo fenómeno del Harlem Shake. La cuenta @AnimojiVid con más de 25 mil seguidores, recopila cada nuevo “cover” que se une a esta fiebre, a la que aún le falta mucho para ser masiva.

Uno de los que contribuyó a viralizar el tuit de Mia Harrison fue el veterano gurú Walt Mossberg, quien celebró con esta frase: “Imaginen lo que viene con esta tecnología”. Seguramente se refería a usos mucho más provechosos que fusilarse canciones o desbloquear la pantalla del smartphone, otra de las habilidades del TrueDepth.

Quienes están descubriendo un mejor aprovechamiento son los artistas de efectos visuales de la industria cinematográfica. Uno de ellos, el taiwanés Elisha Hung, le está sacando jugo al ARKit, un programa provisto por Apple para crear experiencias de realidad aumentada para el iPhone y el iPad.

En su página de Tumblr, Hung publicó la captura de su propio rostro, no transformado en animoji, sino representado de forma real, el cual pudo editar transfiriéndolo como archivo de Houdini, un software de animación en 3D empleado en cintas como Frozen y Zootopia.

Así, la cara de Hung flota en la pantalla de la misma forma como lo hacen los emoticons cantarines del iPhone X, de una forma aún rudimentaria, pero con el potencial de poner al alcance de todo el mundo la herramienta llamada “captura de movimiento”.

Esta técnica es muy utilizada en el cine fantástico, pues permite aprovechar el trabajo de actores reales, cuyas
expresiones son registradas y reconvertidas digitalmente.
El ejemplo más conocido es el del actor inglés Andy Serkis, que de esa forma le aportó realismo a su interpretación
de Gollum en El Señor de los Anillos, así como de King
Kong
.

Como bien apunta el sitio Cartoon Brew, aún es demasiado pronto para suponer que un iPhone sirva para moldear personajes tipo Hollywood. Pero es, por lo pronto, una semilla que cumple el cometido propuesto por Apple cuando adquirió la startup suiza Faceshit, de crear un instrumento para que cualquier persona pueda crear, si así lo quiere, su propio avatar digital, que sea barato y esté lo más ampliamente disponible.

Lo que no ayuda de momento es el precio del teléfono. Así que no queda más que seguir cantando bajo la ducha.

marco. gonsen@gimm.com.mx

 

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