José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

21 Dic, 2017

Reforma Fiscal de Trump, IP pide deducibilidad

 

La pesadilla de la reforma fiscal de Estados Unidos llegó. Fue aprobada por el Congreso de aquel país, representando la primera victoria política de Donald Trump como Presidente.Y claro que tiene consecuencias directas para México, desde el TLCAN hasta la competitividad fiscal.

TLCAN, ¿LO DEJARÁ EN PAZ?

¿La victoria fiscal de Trump hará que el inquilino de la Casa Blanca deje en paz al TLCAN? No lo sabemos. Los negociadores mexicanos confían en que la victoria política tranquilice a Trump, y entonces sí se imponga la razón comercial, económica y hasta social para apoyar el acuerdo de libre comercio que, como sabemos, liga a la economía regional en cadenas de productividad y complementariedad que convienen a los tres países. En enerodespejaremos la duda sobre el TLCAN, en las negociaciones en Canadá.

NO PREOCUPA TANTO EL ISR CORPORATIVO

La medida más llamativa de la reforma fiscal de Trump es la reducción de la tasa del ISR corporativo, que baja del 35 al 20 por ciento. Sin embargo, como bien ha dicho Hacienda, la tasa a 20% del ISR corporativo de Estados Unidos será ficticia, pues falta sumarle la tasa estatal, que puede rondar hasta en 28 por ciento. Ahí estaríamos al parejo, entre la tasa mexicana del 30% y el 28% ofrecido por Estados Unidos.

SÍ PREOCUPA LA DEDUCIBILIDAD

En cambio, una de las medidas preocupantes son las deducibilidades de la reforma fiscal de Trump. De inmediato viene una deducibilidad de activos fijos, es decir,

de maquinaria y equipo al 100 por ciento. Y ahí México deja mucho qué desear. La Coparmex, presidida por Gustavo de Hoyos, de inmediato sacó un comunicado coherente, en el que exige deducibilidad tanto en prestaciones laborales como activos fijos.

Aquí la Coparmex sigue a lo que había estado peleando el Consejo Coordinador Empresarial, presidido por Juan Pablo Castañón, donde, desde 2012, ha buscado una mayor deducibilidad fiscal, tanto para reinversiones como para la contratación de personal. Hacienda se ha negado a esta medida, pero viendo el ofrecimiento estadunidense de deducibilidad, parece ser una buena idea que rápido se podría implementar.

LA OTRA PREOCUPACIÓN: REPATRIACIÓN DE CAPITALES

La otra preocupación, en efecto, es la repatriación de capitales. Estados Unidos la estará bajando de una tasa mayor al 30% a una de 15.5%, resultando ser muy atractiva para los corporativos que quieran llevar en activos líquidos sus utilidades a aquel país.

Ahí México también podría responder. Recordemos que la última medida de repatriación de capitales fue positiva: retornaron 330 mil millones de pesos. Este tipo de medida deberá verse de manera renovada.

EL REGRESO DEL REAGANOMICS

Es cierto que Trump sigue las medidas que en su momento llevó a cabo Ronald Reagan, en su famosa Reaganomics.

La principal fue bajar las tasas de impuestos corporativas, con la intención de que las empresas tuvieran más flujo para invertir.

El problema de aquel momento fue que las empresas ni invirtieron más y sólo funcionó para que el gobierno tuviera menos ingresos, y cayeron en un déficit público mayor que llevó al alza las tasas de interés.

Ayer vimos a corporativos estadunidenses, como AT&T o Comcast, responder favorablemente a las medidas fiscales: regresaron, con bonos, dinero a sus trabajadores. ¿De verdad ésa será la tónica? Lo dudo. Parece que más bien fue una medida publicitaria de las corporaciones en favor de que les reduzcan los impuestos. Al final, se trata de una reforma fiscal regresiva, que cobra más a quien menos tiene y le permite a los grandescorporativos pagar menos impuestos. Esta película ya la vimos: terminó en déficit público y alza de tasas. Pero, mientras tanto, México deberá responder con medidas fiscales inteligentes.

 

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