Ineludible revisar la estructura fiscal

Los precandidatos presidenciales han empezado a dar a conocer a los integrantes que encabezarán sus equipos de campaña. No es tarea sencilla, más cuando uno de los temas clave es el económico ante las amenazas de una eventual salida de Estados Unidos del TLCAN, más el efecto de la reforma fiscal que reduce la tasa del ISR a las empresas de ese país y cuyo efecto desfavorable para las inversiones en México aún no es claro para el equipo de Hacienda, que encabeza José Antonio González Anaya.

Esto nos hace preguntarnos ¿si los precandidatos ya tienen propuestas económicas para enfrentar dichas amenazas?

Según expertos de la OCDE, que encabeza José  Ángel Gurría, que han realizado una revisión de los efectos de la reforma fiscal implementada en esta administración señalan que el avance en términos de recaudación es positivo, pero aún falta porque México recauda 17% del PIB en impuestos directos e indirectos, y éstos no necesariamente son eficientes (IEPS y derechos) ni fomentan la competitividad económica.

Por ello la respuesta ante el desafío económico actual puede resultar sencilla (AMLO y Anaya dicen que recortarían impuestos y gastos superfluos), pero la de revisar impuestos y su estructura no es una tarea ni electoralmente grata ni políticamente aceptada en la actual coyuntura.

Sabemos que se requiere del esfuerzo y compromiso gubernamental para ajustar gastos y reducir su deuda; además, fortalecer las finanzas públicas a través de inversiones de largo plazo por medio de impuestos más competitivos a los productores y a los consumidores, y la tarea pasa por revisar la enorme carga fiscal que implica el esquema de seguridad social y de pensiones, que en aras de su universalización, ha generado una enorme inequidad en la aportación fiscal sobre una parte de la población frente a otra en la que el fomento de la informalidad se iguala con el fondeo de la pobreza. Algo que a nadie le gusta ver porque no es políticamente rentable.

Organismos internacionales como la OCDE y nacionales como la Coparmex, que preside Gustavo de Hoyos,  o el CCE, que lidera Juan Pablo Castañón, lo han planteado. Ya veremos si los equipos de los precandidatos tienen los ojos puestos en estas medidas, o se vuelven a salir por la tangente.

El esquema debe pasar por lograr una estructura eficiente de ingreso y gasto; revisar la distribución del gasto entre los órdenes de gobierno para conocer a detalle el destino y calificar su eficiencia; y tercero, se debe mejorar la recaudación de impuestos –pensando ¿por qué no?– en una propuesta de IVA generalizado y no distorsiones fiscales como las que provocan el innombrable gigaiva (IEPS), que no grava a su abuelita porque no tiene.

Con esa posibilidad, en automático, crecerán la base y los “cautivos del SAT” y podremos recibir mejores condiciones de tributación.

México necesitará robustecer su economía y mientras la salida sea la astringencia presupuestal y el recorte de inversiones en infraestructura para lograr superávit público, difícilmente nuestra economía tendrá capacidades firmes frente a la volatilidad externa y más aun, para resolver el enorme desafío que implica el crecimiento de la deuda pensionaria y los retos para subir en la escala del desarrollo social. ¡Vamos, creo que ni Meade, que le sabe al tema, se atrevería a tocar el tema, menos López Obrador o Ricardo Anaya!

De Fondos a Fondo

Hace unos días se llevó a cabo en Cancún, la XXII edición de Santander Latin American Conference, una de las conferencias más importante para inversionistas en toda Latinoamérica, que organizan Marcos Martínez Gavica y Héctor Grisi, presidente y director general de Santander México, respectivamente, en la que como usted sabe, además de inversionistas de la región (Brasil, Perú, Argentina, Colombia y México), entre otros, se dan cita analistas e inversionistas de todo el mundo para revisar las perspectivas económicas de la región.

Al evento se dieron cita más de 244 instituciones de inversión, 147 de las empresas más importantes de la región, así como autoridades gubernamentales y expositores y una de las más comentadas fue la presentación de FUNO, que dirige Gonzalo Robina, y que realizó Jorge Pigeon, de Atención a Inversionistas.

La expectativa que presentó con los resultados alcanzados, muestra que a pesar del incremento que ha tenido el costo de construcción y, por ende, los preciso de renta en México y en la Ciudad de México en oficinas, plazas comerciales y vivienda de lujo y residencial, la demanda supera a la oferta y los márgenes son muy rentables (más de 80% de NOI)

El objetivo de FUNO (Fibra Uno) es seguir desarrollando el vehículo y portafolio inmobiliario más grande e importante de América Latina, que hoy lo integran 500 propiedades en el país equivalentes a más de 7.7 millones de m2 de superficie rentable en los segmentos comercial, industrial y de oficinas. Tan sólo para este año, FUNO invertirá en el país más de 37 mil millones de pesos en nuevos portafolios inmobiliarios.

#CNBV... Uno de los nombramientos pendientes en el equipo hacendario es el del presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que dejó acéfalo Jaime González al integrarse al equipo de José Antonio Meade, precandidato del PRI-Verde-Panal a la Presidencia. Pues le cuento que en los dimes y diretes se comentaba que podría ir un personaje de Pemex, pero al final, Carlos Treviño designó a David Ruelas Rodríguez como suplente por ausencia en la dirección Corporativa de Finanzas de la empresa, y será propuesto a consideración del Consejo de Administración de Pemex para ocupar el cargo que dejó Juan Pablo Newman Aguilar, quien fue ratificado por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, como titular de la Unidad de Crédito Público de la Secretaría de Hacienda.

A quienes se menciona: a Bernardo González, titular de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro y a Oscar Vela, de Seguros y Pensiones; e internos a los vp de Política Regulatoria, Carlos Orta y, Fernando Rodríguez, vp de supervisión de grupos e intermediarios financieros A.