CIUDAD DE MÉXICO.- Antes era basura o fertilizante, ahora la cáscara del café encontró un uso de consumo e incrementó su valor en el mercado.
Un día, Aida Batlle, dueña de una finca cafetalera en El Salvador, al pasar junto a algunas de estas cortezas que se secaban al sol, percibió fuertes olores florales.
Ella se dio cuenta de que podía extraer algo de ahí, recogió las cáscaras y las sumergió en agua caliente, obteniendo un sabor particular...
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Las cáscaras de café contienen poca cafeína y un sabor más tenue que los granos, así que el descubrimiento de Batlle llegó en el momento presciso, en el que Starbucks introdujera nuevas bebidas endulzadas con jarabe de estas cortezas; ofrecidas únicamente en EU y Canadá.
Sus competidores, Stumptown Coffee Roasters y Blue Bottle Coffee, también empezaron a agregar la sustancia a su oferta de tés y bebidas carbonatadas.
Gracias a la demanda de estas cadenas, la cáscara de café ya alcanza un precio seis veces más alto que el propio grano. A Batlle le pagan siete dólares poca cada libra (450 gramos) de este producto, mientras que el precio promedio del café de 1.20 dólares por libra.
Y tú, ¿te atreverías a probar una bebida hecha con cáscaras de café?
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