Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

5 Jul, 2023

Cuando el río suena, ¡lodo lleva!

Escándalo a sotto voce. Resulta que las empresas chinas que están introduciendo vehículos en México, como no tienen ni patios para acumular inventarios y terminar sus vehículos ni sus distribuidores cuentan con suficiente espacio en sus agencias o áreas de servicio para hacerles el trabajo, han saturado la infraestructura de la aduana y los patios de las terminales de autos de la Asipona de Lázaro Cárdenas (ALC).

Por lo crítico de la situación, es difícil creer que sea desconocida por los altos mandos de la secretaría que encabeza el almirante Rafael Ojeda o en la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), que encabeza el general en retiro André Foullon.

Lo que se comenta con gran enojo entre las armadoras e importadores y exportadores es que la saturación ha comenzado a afectar la carga general, pues en la ALC, que dirige el almirante retirado José Luis Cruz Ballado, ninguno de sus funcionarios, incluyendo al administrador de la Aduana Marítima de Lázaro Cárdenas, el capitán de navío Roberto García Corona, aplica las disposiciones para que el inventario automotriz salga del puerto o para que los buques permanezcan atracados en las terminales por más tiempo del debidamente autorizado para carga y descarga.

Entiendo que la mayoría de las empresas chinas que están entrando al jugoso mercado de México no tienen patios dónde almacenar sus autos y tampoco suficientes distribuidores (son alrededor de 11 grupos los que se han metido al mercado de los chinos) con espacio en sus agencias para recibir los inventarios para venta al público. Vamos, salvo MG, el resto no tiene ni posventa para recibir inventarios de refacciones.

Entonces, lo que parece que hacen es atracar los buques en Lázaro Cárdenas y van descargando conforme van asignando producto a su red de distribución, y ocupan los espacios por semanas, al grado de que han afectado las operaciones de un puerto que normalmente tiene una alta eficiencia en manejo de carga automotriz y contenerizada.

El efecto o daño colateral también está en la logística, pues se dice que algunos transportistas llegan a pagar hasta un 200% más a los proveedores para asegurar madrinas, lo que provoca que una buena parte de las armadoras que traen producto de Estados Unidos, Corea o Japón hacia México se queden sin transporte —en el mejor de los casos— para mover sus cargamentos hacia las plantas de manufactura o a los distribuidores en el interior del país. ¿Y qué dirá el OIC de la Función Pública que lleva Roberto Salcedo? Tal vez ni cuenta se han dado, a pesar de que esta práctica ilegal está ocasionando una disrupción grave en la cadena de valor. Lo peor es que se dice que el costo del resguardo de inventario se da en medio de “estímulos subsidiados” por el gobierno chino, particularmente porque tienen sistemas de gobernanza y cumplimiento más relajados. Mire, si hay billetazo subsidiado, es muy difícil de comprobar, pero cuando el río suena es que lodo lleva.

Y este tema nos llega como parte del marco previo a la reunión del T-MEC en Cancún, esta historia resultará particularmente interesante para el equipo de la USTR, que encabeza Katherine Tai. La explicación que han recibido de la autoridad portuaria es que la saturación de vehículos estacionados en la ALC se ha incrementado porque los patios se usan no para desplazar vehículos, sino para “terminalizarlos”, particularmente vienen en largos trayectos desde Asia y van a ser vendidos en México.

De hecho, las versiones de “saturación para importar vehículos” comenzaron en marzo y el mismo Cruz Ballado ha subrayado que se está invirtiendo en la ampliación de la infraestructura para el manejo de la carga automotriz —se refiere a Amports de México, el operador de patios públicos que ha sido acusado en el pasado de usar esos patios como centros de terminalización y no para estricto desplazamiento de carga. Usar recintos portuarios o fiscales cesionados no permite usarlos como patios privados, pero se ha anunciado que Amports invertirá 108.6 millones de pesos para adecuar un área de 12.67 hectáreas con “capacidad estática” de 7 mil 560 unidades.

Por lo pronto, a todos los que usan la ALC esta práctica de acumulación de inventarios en recinto portuario ha provocado que se dupliquen los tiempos requeridos para entregar unidades a las agencias que acumulan y acumulan entre cuatro y cinco meses de retraso.

 

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