Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

2 Jun, 2020

¿Y si acertaren, él qué diría y haría?

 

 

Una vez más, asistimos a la guerra de pronósticos; si bien el año 2019 también la experimentamos, hoy las cosas han subido de tono. Esto es fácilmente entendible debido a la magnitud de la caída del porcentaje del Producto Interno Bruto proyectada; hoy es obvio que no es lo mismo pronosticar una caída menor al -1.0 por ciento que, como ahora sucede, hablar de un comportamiento del PIB del orden del -8.8 por ciento al -12.0, como hacen ya algunos estudiosos de la economía mexicana.

A estos pronósticos que prefiguran una debacle económica, deben agregarse otros elementos de fundamental importancia como la creación de empleo formal, la caída de los ingresos tributarios y la parálisis casi total del aparato del gobierno Federal el cual, si bien ya estaba casi en los huesos con los recortes anteriores, con el más reciente llegará el esqueleto a la inmovilidad, a la parálisis.

¿Imagina usted el impacto que tendría para millones de mexicanos que este año perdiéremos —en el mejor de los casos— 800,000 empleos formales o, en el peor, 1’400,000? ¿Y si la caída en la captación de ingresos del erario —como consecuencia de la caída del Producto Interno Bruto— rondara los 450 mil millones de pesos?

Por otra parte, por encima de la posición reiterada del Presidente que afirma —ante cualquier micrófono que se interponga en su camino y su andar lento—, que vamos a empezar a crecer y nos irá muy bien, ¿qué pasaría si los pronósticos que a la fecha conocemos del comportamiento del PIB, la pérdida de empleo formal y la caída de la captación de recursos estuvieran acertados, o muy cercanos a la realidad de la economía mexicana este año?

Además de la situación crítica que significaría para un gobierno medianamente administrado —con un gobernante promedio al frente en cuanto a sensatez en materia de la gobernación—, que lo llevaría, ineludiblemente, a una profunda rectificación en cuanto a la gobernación ejercida en sus dos primeros años del encargo que marca la ley, ¿qué veremos aquí?

¿Ve usted la posibilidad de una rectificación profunda en materia económica por parte del gobierno del presidente López? ¿En verdad no se daría ese alto en el camino, y la corrección de raíz de tanta ocurrencia y desatino que han postrado la economía, al grado de colocarla ya al borde de la debacle? 

De insistir el Presidente en más de lo mismo, ¿qué futuro ve usted para la economía en materia del Producto Interno Bruto, creación de empleo formal y captación de recursos? ¿De dónde obtendría el gobierno los casi 600 mil millones de pesos para sus programas del malestar y las ocurrencias de Dos Bocas, Tren Maya y Santa Lucía?

¿Y qué decir del incremento que tendrían (alrededor del 15 por ciento nominal) las Aportaciones Pensionarias y el servicio de la deuda? ¿De dónde saldrían las elevadas cantidades para reconstruir el sistema de salud y modernizar el sistema educativo caduco e ineficiente que exhibió su tragedia, empezando por el desempeño del titular?

 

  • Dado el panorama que prefiguran, y colocados frente a la visión idílica del Presidente de la realidad, ¿qué consecuencias ve usted para el país y su economía y para el bienestar de los suyos, de concretarse aquellos pronósticos?

 

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