Razones por las que lesbianas pueden ganar más que heterosexuales

De finanzas y otros demonios -
Además de ser mujeres más independientes y con un mejor equilibrio de responsabilidades familiares, las mujeres lesbianas tienen menos hijos. Foto: Flickr de Alba Soler CC [CC BY-NC-SA 2.0]
Además de ser mujeres más independientes y con un mejor equilibrio de responsabilidades familiares, las mujeres lesbianas tienen menos hijos. Foto: Flickr de Alba Soler CC [CC BY-NC-SA 2.0]

Las mujeres no sólo tenemos una vida más complicada a la hora de escoger cómo vestirnos, empacar para un viaje o hacernos una revisión médica... también en el aspecto financiero nos enfrentamos a decisiones más difíciles y estamos, por desgracia, en una situación social más desventajosa.

¿Cómo podemos las mujeres mejorar nuestras oportunidades de tener una vida financiera estable?

Tal vez la respuesta la tienen las chicas lesbianas. ¿Sabías que ellas ganan 33% más que las mujeres heterosexuales? Sin embargo, las lesbianas que antes vivieron con parejas masculinas ganaron 9.5% menos que aquellas que nunca cohabitaron con un marido. Algunas de las posibles razones son:

 

1. No anticipan que un hombre cuidará de ellas

De acuerdo con un sondeo que leí hace tiempo, la mayoría de las mujeres mexicanas encuestadas están a favor de la igualdad de género en aspectos como salario igual por trabajo igual, las labores domésticas y el derecho a la educación. Sin embargo, a la pregunta ¿considera usted que el hombre debe ser el principal responsable de proveer al hogar?, la mayoría de las mujeres respondieron que sí.

En mi opinión, esta creencia es una de las más perniciosas en la búsqueda de justicia entre los sexos. Si desde pequeñas las niñas captan el mensaje, implícito o explícito, de que el varón será el proveedor principal, entonces a muchas se les hará fácil dejar los estudios o sus carreras. Esa vocecita que te dice que un marido te resolverá la vida es lo peor que le puede pasar a tu futuro.

 

2. Ellas reparten mejor las labores domésticas

Retomando el punto anterior, hasta que no nos consideremos corresponsables con los hombres de llevar los frijoles a la mesa, entonces tampoco ellos se considerarán corresponsables con nosotras del resto de la vida en común.

Sin embargo, si tú ya trabajas tiempo completo al igual que tu pareja y, a pesar de ello, te toca más responsabilidad en casa, no eres la única. Las mujeres invierten hasta el doble de horas en trabajo doméstico que los hombres, ¡y es hora de tomar cartas en el asunto! De acuerdo con un estudio, las mujeres mexicanas están entre las que más trabajo no remunerado realizan. Y aunque pasar toda la tarde trapeando y lavando puede parecer algo sin importancia, no te equivoques: a mediano y largo plazo tiene un impacto tremendo en el avance profesional de las mujeres.

Esas horas extra que dedicas al hogar podrías destinarlas a estudiar, desarrollar proyectos productivos o descansar para recargar las pilas y tener una jornada laboral más exitosa. En México otro problema es el de las madres que, para demostrar su amor, deciden convertirse en esclavas. ¿Cuántos adolescentes y adultos jóvenes pasean sándwiches preparados por mamá, mientras visten ropa lavada por mamá y llegan a sus habitaciones limpiadas por mamá?

 

3. No se creen las salvadoras de todos

Cuando los ancianos enferman, son casi siempre las mujeres en la familia quienes los cuidan, y a menudo esto significa que tienen que abandonar un trabajo remunerado. Aunque no todos los hermanos pueden dejar su trabajo para cuidar de sus padres, suele pasar que los familiares ni siquiera tienen la decencia de contribuir con dinero o contratando a un enfermero de tiempo parcial. Todos asumen que son las mujeres quienes deben tener a su cargo el cuidado de los dependientes y, con ello, las condenan al agotamiento y el desamparo financiero. Yo creo que la vocación para cuidar a otros es hermosa y, sin embargo, las mujeres debemos dejar de aceptar situaciones injustas y de franca explotación, sólo porque es lo que se espera de nosotras. Los hombres son perfectamente capaces de cambiar pañales, preparar alimentos y poner inyecciones. Realizar estas tareas puede acercarlos más a sus familias y traerles grandes beneficios emocionales y espirituales que los hombres de otras generaciones jamás soñaron tener.

 

4. Planean a sus hijos

Además de ser mujeres más independientes y con un mejor equilibrio de responsabilidades familiares, las mujeres lesbianas tienen menos hijos. Esto se debe, en parte, a la ausencia de embarazos no planeados. La planeación de los hijos es clave para no dejarse influenciar por los deseos de la familia o la presión social. No tener hijos o tener pocos da a las lesbianas beneficios financieros evidentes: tienen la oportunidad de terminar sus estudios, lograr estabilidad emocional y financiera, y enfrentan menos gastos en el transcurso de sus vidas.

Por desgracia, existe una gran discriminación laboral hacia las madres, pues no es un secreto que muchos empleadores evitan dar ascensos a mujeres en edad reproductiva, por miedo a que les dejen la chamba tirada, realizan ilegalmente pruebas de embarazo antes de contratar, o cínicamente despiden a sus empleadas antes de que puedan decir “baby shower”.

 

En resumen, las mujeres heterosexuales tenemos mucho que aprender de las lesbianas: debemos tomar las riendas de nuestros destinos preparándonos mejor para el futuro, establecer límites claros sobre nuestras responsabilidades familiares, elegir parejas que comprendan que tener una carrera exitosa no es un privilegio masculino y, finalmente, tomar decisiones reproductivas conscientes y maduras. 

*DR

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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