La lógica del absurdo en los municipios de México

Economía Real -
El papel del municipio y su desempeño en el terreno económico y político son insoslayables para contribuir a detener esta lógica absurda. Foto: Photos.com
El papel del municipio y su desempeño en el terreno económico y político son insoslayables para contribuir a detener esta lógica absurda. Foto: Photos.com

“La lógica del soldado es la lógica del absurdo” reza una famosa frase de Mariano Azuela en su gran libro Los de abajo situada en la época de la Revolución Mexicana. Al parecer esta frase aún puede aplicarse 100 años después (véase el caso Tlatlaya) e incluso extenderse al sistema político mexicano: el caso Iguala es el más claro ejemplo de ello donde los tres niveles de gobierno, aunque con diferente grado de responsabilidad, están insertos en esta misma lógica.

En el caso de los municipios, suele soslayarse su importancia hasta que algo grave ocurre. En cambio, nos centramos en el quehacer del gobierno federal y estatal como si en estos recayera únicamente el poder político y el poder de nuestro voto. El hecho de que nadie sepa cuál es el nombre de su delegado, presidente municipal o diputado local no es fortuito. Los municipios se observan en un segundo plano como si ya todo estuviera resuelto y tan sólo tuvieran que seguir la inercia del gobierno anterior.

El problema es que en los hechos los municipios sí tienen un papel preponderante y aunque no queramos verlo, sus acciones inciden de forma directa en la economía y en la política: los municipios se endeudan y también se relacionan con el narcotráfico. De nuevo, el hecho que leamos en la prensa sobre presidentes municipales asesinados o que los municipios se están endeudando (incluso a un ritmo mayor que muchos estados) tampoco son hechos aislados. Estos problemas, junto con los problemas recaudatorios, son tan sólo las expresiones políticas y económicas de un federalismo disfuncional.

En ese sentido y en aras de resolver parte de estas problemáticas, se ha puesto de nuevo sobre la mesa el papel de los municipios. Ejemplo de ello es el discurso de Ricardo Anaya, dirigente nacional del PAN, cuando señaló en vísperas de la aprobación del Presupuesto de Egresos que debería aprobarse un “presupuesto municipalista”. Así, desde múltiples enfoques, se ha buscado fortalecer a los municipios, con el fin de que al ser el nivel de gobierno más próximo al ciudadano sea también capaz de proveer todos los servicios y de proteger a los ciudadanos.

Desde un enfoque económico, se ha planteado que dotar de mayor autonomía en la generación de ingresos a los municipios podría ser una solución, ya que, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda, en 2013 del total de sus ingresos sólo 10% en promedio fueron ingresos propios, mientras que el restante fueron ingresos federales (Participaciones y Aportaciones, principalmente). Mayores ingresos municipales, entonces, podrían brindar mayor margen de maniobra al municipio, pues al gozar éste de mayor cercanía con la población tendría un mayor conocimiento de sus necesidades. Así, más dinero permitiría contar con mejores obras públicas ad hoc a lo que el municipio necesita, contar con un mejor sistema educativo pues habría un mayor conocimiento de la diversidad cultural de la población, o bien, mejor drenaje y más agua potable, pues se sabría exactamente donde hace más falta este recurso. De paso, permitiría generar mayor vinculación entre los habitantes del municipio y sus autoridades, pues se generaría una mayor dependencia de estas últimas respecto a los primeros.

Sin embargo, hay varios problemas con este tipo de propuestas. ¿Qué pasaría si un presidente municipal de perfil dudoso goza de mayores recursos? ¿No seguirían ocurriendo los mismos problemas nada más que con más ingresos? En ese sentido, la idea de diseñar un plan anticorrupción que investigue a los dirigentes de los tres órdenes de gobierno no suena tan inoportuno, o bien, un mayor trabajo por parte de los servicios de inteligencia del país. De hecho, si se propone incrementar el poder recaudatorio del municipio es imprescindible incrementar los controles de los ciudadanos sobre la actividad de los munícipes. Dicho de otra forma, es necesario incrementar los mecanismos de transparencia y de fiscalización del ejercicio de gasto. Así podría garantizarse la implementación de una mayor descentralización fiscal que fortalezca un verdadero Federalismo. Ambos actuando de manera simultánea que brinden certeza a los recursos que se distribuyen.

El papel del municipio y su desempeño en el terreno económico y político son insoslayables para contribuir a detener esta lógica absurda de la cual habla Mariano Azuela.

Aclaración:
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