Cómo crear soluciones de impacto, no historias lindas que contar

CIUDAD DE MÉXICO.- Hace casi 10 años una ONG de Estados Unidos tuvo una gran idea para resolver el problema de la escasez de agua en África Subsahariana: taladrar un pozo y vincularlo a un carrusel para que, cuando los niños jugaran en él, el movimiento bombeara el agua a la superficie.

Parecía una idea sensacional con un modelo muy sencillo: el sistema completo (pozo + carrusel) costarían 7,000 dólares y ellos conseguirían a los donantes para que cada sistema instalado pudiera proveer agua potable a unas 2,500 personas por sistema.

El lanzamiento fue público. La ONG instalaría 4,000 sistemas y llevaría agua potable a casi 10 millones de africanos. Levantaron 16.4 millones de dólares y fueron apadrinados por personalidades de la talla de Bill Clinton y Laura Bush.

El tiempo pasó y tras solo cuatro años se descubrieron muchos de estos sistemas abandonados, oxidados, necesitados de reparación e incluso destartalados para ser vendidas en piezas. El punto más crítico estuvo cuando se dieron cuenta que incluso había comunidades donde los adultos “ponían a los niños a trabajar forzosamente” para sacar el agua.

El modelo no funcionó. Fue un auténtico Fuckup.

Si queremos resolver los problemas más urgentes de México y el mundo, necesitamos modelos con impacto. Y aunque una solución como PlayPump sugiere impacto, no estaba diseñado para tal. ¿Qué es impacto entonces? Nosotros lo entendemos como soluciones donde se generen “cambios de comportamiento” profundos en la población objetivo.

Nuestros amigos de Infrarural, empresa irrazonable 2015, se dedican a la comercialización y distribución de estufas ecológicas.

El problema es enorme: según el INEGI, en 2010, 23 millones de mexicanos utilizaban leña principalmente para cocción de alimentos, calefacción e iluminación, lo cual tiene implicaciones fuertes en la salud. Hay más de 4 mil muertes al año documentadas de mujeres y niños que contraen enfermedades respiratorias por cocinar con leña al interior de sus casas.

Infrarural no solamente instala y se va, sino que tiene diferentes “momentos”:

* El primer momento del modelo está basado en la “auto-construcción”. Mediante talleres enseñan a las amas de casa a construir su propia estufa. A nivel psicológico están generando un sentido de pertenencia a la solución.

* El segundo momento viene con el empoderamiento de líderes locales. Al involucrar a la comunidad utilizando sus usos y costumbres propios (como “la faena”, etc.) se identifican líderes locales quienes se convierten en facilitadores del seguimiento.

* El tercer momento está en dar un seguimiento periódico del propio equipo de Infrarural, donde hasta seis meses después regresan periódicamente con un programa de capacitación continua y asegurar que la adopción de la tecnología se haga al 100%.

Si estás pensando en emprender con impacto entonces, tienes que preguntarte ¿tu solución genera impacto profundo? Kevin Starr, director de la fundación Mulago y mentor irrazonable nos sugiere las siguientes cuatro preguntas para identificar si nuestra solución tiene lo necesario para generar impacto profundo:

* ¿Tu solución es necesaria? (¿existe un problema real?)

* ¿Funciona? (¿la gente que utilice tu innovación ve beneficios reales en ella? ¿Con cuántos has platicado?)

* ¿Los beneficiarios adoptarán tu innovación como la diseñaste?

* ¿Es escalable? (¿el modelo está diseñado para ir bajando los costos conforme más usuarios utilicen la innovación?)

Es importante que todos, emprendedores y otros actores promotores del concepto, seamos muy pragmáticos y siempre busquemos que las soluciones sean soluciones de impacto, no solamente historias lindas que contar.

*livm