La búsqueda de productos divertidos y lúdicos

Los consumidores post pandémicos se alejan cada vez más de una mentalidad restrictiva y buscan nuevas opciones de mercado en todas las categorías de productos y servicios.

Cuando llegó la pandemia, la mayoría de las empresas se recalibraron rápidamente. En muchas industrias, esto significó una gran cantidad de contracción de gastos: reducir los servicios o centrarse en los productos básicos. La  innovación sólo se concentró en la atención a los clientes. Apareció un paréntesis en el desarrollo de nuevos productos que se prolongó por más de un año.

Esa tendencia de limitación está llega a su límite y el último semestre de 2021 es muy prometedor para las empresas que buscan innovar, gracias a una confluencia de nuevas necesidades, hábitos y una sensación de alivio y apertura.

Se trata de una conducta natural: A la pandemia de gripe española de 1918 y 19 le siguieron los felices años 20 “felices años veinte” caracterizados por el aumento vertiginoso de la producción de bienes de consumo, la aparición del crédito y la masificación de la especulación bursátil.  Se vaticina ahora un apetito masivo por nuevas experiencias y cosas que son divertidas y sociales.

Aparecen tres tendencias:

1. Búsqueda de innovadores presentaciones y productos

Mientras durante la pandemia los clientes buscaban tranquilidad y privilegiaban productos familiares, al existir más población vacunada aparece una sensación de experimentar y tener más opciones de compras. El control de la pandemia de COVID se asociará a nivel mundial en privilegiar nuevas ideas, experiencias,  productos, marcas,  diseños,  alimentos y el comprar productos aburridos a granel se percibirá como un comportamiento anormal, y triste.

2. Enriquecer la experiencia de compras

Largos periodos de confinamiento y alejamiento social derivados de la pandemia crean ahora la necesidad de mayor disfrute de vida. Empresas y marcas deben buscar que las experiencias de compra y de interacción con sus marcas se vuelvan más creativas, relevantes y felices. Ofrecer los mismo de siempre resulta obsoleto en este momento.

3. La bondad está de moda

 Nadie puede asumir que la pandemia mundial de Covid-19 nunca existió. Existen fuertes y dolorosas secuelas que modifican nuestra percepción de los demás y de las marcas con las que nos involucramos. Se asegura, entonces, que los consumidores se sentirán atraídos por las ofertas que prometen calidez y amabilidad.

A través de esta pandemia aprendimos que realmente todos  estamos juntos en esto y sería muy bueno ser lo más amables posible con nosotros mismos y con los demás. Iniciamos una era en el que el cuidad al medio ambiente, la sustentabilidad y el altruismo cuentan.

Ahora, es importante considerar que las innovaciones no tienen porque ser radicales o disruptivas. A veces los pequeños detalles que aseguren más beneficios al consumidor cuentan. Pero al mismo tiempo, debe evitarse centrar en  la innovación incremental, sino en aquella donde se percban cambios trascendentales para los consumidores.

En el camino de la reimaginación de productos y servicios, las pymes y startups tienen la delantera de proponer y experimentar porque no poseen una anquilosada masa burocrática como muchas firmas de gran tradición, con fuertes silos burocráticos.

Jbf