Lo que quiso decir el Presidente en su Informe

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En Numérico nos preguntamos qué quiso decir el presidente y cuáles eran los temas más importantes en su discurso. Foto: Numérico
En Numérico nos preguntamos qué quiso decir el presidente y cuáles eran los temas más importantes en su discurso. Foto: Numérico

En el marco del Tercer Informe de Gobierno, el mensaje político dado en el Palacio Nacional un día después del informe técnico entregado al Poder Legislativo representó el recuento de tres años de gobierno. Más allá de la numeralia, en Numérico nos preguntamos qué quiso decir el presidente y cuáles eran los temas más importantes en su discurso, con una extensión de más de 12 mil palabras. ¿Cómo describe el Presidente al país?, ¿a qué temas les prestó mayor atención?, ¿qué acciones de gobierno resaltó?. Aquí te lo explicamos.

Para responder estas preguntas le pedimos a nuestro Laboratorio de Inteligencia Digital que analizara el discurso dado por el presidente Enrique Peña Nieto. Para ello, desarrollamos un programa que reconociera las palabras dichas en el discurso, las ordenase según su categoría en acciones, calificativos o temas, y las jerarquizara según su relación con otras palabras. Así, nos fue posible analizar en términos cuantitativos el significado del discurso y no sólo las palabras utilizadas con mayor frecuencia.

 

El diagnóstico

Una vez más, mexicano como adjetivo no podía faltar en un discurso que hablara sobre el estado que guarda… México. Sin embargo, el interés del presidente y su administración está enfocado en dos áreas generales: los temas económicos y los temas sociales. Independientemente de si las políticas aplicadas son efectivas o no, estos dos adjetivos muestran las prioridades de la política del presidente. La gran mayoría de los adjetivos son positivos, hablan de un México que avanza, que crece, que es más justo. No en vano los analistas y columnistas vieron en este discurso un México falso; el presidente no mintió, pero tampoco mencionó las cosas malas. Un discurso verdadero pero maniqueo.

 

Los temas

En el informe detectamos que los temas más mencionados fueron aquellos que más resuenan en la población.  Rescatamos tres términos: Reforma Energética, como una de las piedras angulares del crecimiento económico en su proyecto de nación; Reforma Educativa, como la reforma que vendría a modificar la situación social de millones de mexicanos; y Derechos Humanos, cuya garantía y respeto se presentan como uno de los retos más grandes para el Estado mexicano en estos días. Si bien estos temas son los que más interesan a los mexicanos, el enfoque fue más bien anecdótico y casi en ninguna ocasión propositivo: una oportunidad perdida.

Mención especial merecen las Fuerzas Armadas, a quienes reconoció su labor y su mención desató los primeros aplausos de su discurso. Creemos que en el fondo está la necesidad de mantener una estrategia de combate al crimen en nuestro país, pero lejos de los reflectores, con el objetivo de disminuir la polémica sobre el tema y el impacto público negativo que pueda tener. Un reto complicadísimo, por decir lo menos.

 

Las acciones

La gran mayoría de los verbos que hablan de conseguir mejores resultados fueron mencionados. Nuevamente observamos una colección de términos positivos, que contribuyen, en conjunto con los adjetivos, a formar la imagen de un país que avanza. No hay espacios para los verbos negativos ni aquellos que impliquen discordia; bajo la óptica que intentó proyectar el presidente, México es un país que avanza y trabaja para lograr sus objetivos.

El mensaje político se centró más en el estado actual de nuestro país que en las condiciones del pasado o las propuestas para el futuro. El 73% de los términos utilizados por el presidente aludían a la situación presente del país mientras que 18% describían el pasado y tan sólo el 9% hablaban del futuro. Creemos que las estadísticas bien podían quedarse guardadas en el anexo y aprovechar la audiencia nacional para centrarse en las propuestas.

En conclusión, observamos un discurso cuidadosamente redactado pero rígido, lleno de lugares comunes y con pocas propuestas. El presidente se centró en los logros de su administración, algo normal en cualquier funcionario público, pero dejó de lado deliberadamente los resultados endebles, lo que le ha valido que la comentocracia y las redes sociales lo hayan interpretado como engañoso y fuera de la realidad. No creemos que así lo sea; sin embargo, creemos que un discurso con mayores matices, algo más de autocrítica y propuestas concretas hubiera permitido disminuir la brecha entre la visión de la población y la del gobierno federal de mejor manera.

 

*gl

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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