Abandonar la universidad puede ser la clave del éxito... o tal vez no

Sólo para hustlers -
Cursar o no una carrera universitaria es un tema con el cual debes tener mucho cuidado. Foto: Visual Hunt
Cursar o no una carrera universitaria es un tema con el cual debes tener mucho cuidado. Foto: Visual Hunt

CIUDAD DE MÉXICO.- He abandonado la universidad tres veces. ¿La razón? Tres diferentes: la primera vez con Derecho porque no era mi pasión, no me imaginaba tras un escritorio atascado de papeles, revisando leyes hasta que me sangraran los ojos. La segunda con Administración porque estaba construyendo una startup de biónica y trabajaba para una agencia de relaciones públicas, pensé en la relación tiempo-beneficios y vi que no estaba aprendiendo nada práctico para nutrir mis proyectos a corto ni a mediano plazo. La tercera ocasión, con Mercadotecnia, porque no me gustaba llegar a escuchar misa sobre cosas que en el mundo laboral sabía obsoletas.

Cursar o no una carrera universitaria es un tema con el cual debes tener mucho cuidado. Ya no es el siglo XX cuando bastaba ser listo para ascender de mensajero a vicepresidente gracias exclusivamente a tus méritos. Ahora además de ese mérito te piden un papel. Es más, si estudias Medicina, Derecho o quieres dedicarte a la docencia e investigación, deja de leer esto y ve a acabar tu carrera.

Vivir la experiencia universitaria puede ser una gran etapa de autodescubrimiento, lo fue para mí. Cuando estudiaba derecho descubrí que hacer eventos y negocios me fascina —hacía gratis cada proyecto que cayera en mis manos—. Al estudiar administración me enfoqué en aprender economía, gestión y mercadotecnia, además pude aplicar mis conocimientos en mi propia startup. Al final de mi único trimestre de mercadotecnia (sí, sólo fue un trimestre) descubrí que la universidad definitivamente no era para mí, y que estaba en el camino correcto al buscar e idear nuevos proyectos todo el tiempo. Como dijo el borrachín de Bukowski: encuentra lo que amas y deja que te mate.

Un título universitario no es sinónimo de éxito. Si no me creen, escuchen a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social: en México, a menos que seas un profesional de Finanzas o Minería, difícilmente puedes aspirar a ganar 20 mil pesos al mes.

Por otro lado, tenemos un sinfín de ejemplos de emprendedores que no terminaron la universidad como Steve Jobs, Mark Zuckerberg, Jack Dorsey o Roberto González Barrera —fundador de GRUMA y ex presidente de Banorte. PERO (y este es un gran “pero”) nadie cuenta la historia detrás: muchos de ellos comenzaron a trabajar antes de cumplir los 20 años y tenían una gran  vocación por sus pasiones desde edades muy tempranas. Jobs trabajó para HP a los 15 años, Zuckerberg comenzó a programar a los 12 años, Dorsey trabajó para Dispatch Management Services recién comenzada la universidad y Roberto González emprendió desde los 11 años.

Tener una educación universitaria no es impedimento para una carrera exitosa, pero no tener una, implica ser consciente de que tus posibilidades de obtener un empleo bien remunerado o de ser un emprendedor exitoso, son muy pocas, a menos que hayas comenzado a adquirir experiencia a una edad muy temprana; sin embargo, si eres apasionado, estás dispuesto a aprender de forma autodidacta, tocar un sin fin de puertas y no rendirte jamás... déjala.

Por Jorge Sánchez

Director General de Tundra Comunicación

@JorgeSagar

jorge@tundra.mx

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR