Cinco elementos de lenguaje corporal que debes tomar en cuenta

Más de la mitad de lo que expresamos se compone de lenguaje no verbal, de acuerdo con el psicólogo Albert Mehrabian, el 55% de lo que decimos es parte del lenguaje corporal, como nuestro gesto, la forma en que nos paramos o vemos a la gente.

Y parece imposible que podamos decir tanto sin tener que pronunciar una palabra, pero así es, muchas veces podemos conocer el estado de ánimo de una persona con sólo verla y por cómo reacciona. Y en el ámbito profesional el uso de la kinésica como herramienta para lograr el éxito de una conversación es muy útil. A continuación algunos elementos a considerar para identificar si el mensaje que queremos transmitir está siendo recibido de la forma correcta o que queremos dar.

El espejo

Reflejar los movimientos de los demás o simetría, es una buena forma de crear empatía con nuestro interlocutor. Por ejemplo, si estamos en una entrevista, sentados frente a frente y la silla de uno está girada 45° con respecto al otro, la simetría se rompe y así la comunicación, lo mismo sucede con el ángulo de la cabeza al escucharlo. Si giras tu silla y asumes una postura abierta, ligeramente inclinado hacia adelante, en posición de escuchar, demostrarás atención e interés en lo que tu interlocutor dice, creando un mejor ambiente y disminuyendo el ruido o interferencia en la transmisión de los mensajes.

De igual a igual

Es común que algunos ejecutivos recurran a la altura para demostrar su dominio y poder, se trata de aquellos que generalmente utilizan una silla más alta u ostentosa en comparación con las de sus visitantes. Sin embargo, esto desequilibra la conversación e intimida al interlocutor que se sentirá más cómodo si se encuentra al mismo nivel, lo que demuestra empatía. Otro caso es cuando alguien interrumpe en una oficina y sin preguntar se sienta y empieza a hablar cuando en realidad la otra parte necesita concentrarse, lo mejor para finalizar la conversación será ponerse de pie para interrumpir a la contraparte de la misma forma en que el mismo interrumpió en un inicio sin consultar.

Postura

Es el elemento clave en el lenguaje corporal, una postura desgarbada o con los hombros encogidos puede dar una impresión de estrés o incomodidad, mientras que si te paras derecho con los hombros relajados el mensaje que se enviará será de relajamiento y seguridad. Siempre hay que considerar que este mensaje se puede enviar en décimas de segundo, por lo que debemos hacer consciente la imagen que queremos proyectar.

Abierto vs. Cerrado

Nuestra actitud deberá ser congruente con el ambiente en el que nos encontramos. Por ejemplo, cuando quieras demostrar que estás escuchando verdaderamente a otra persona, siempre es recomendable evitar cruzar los brazos. En otro artículo mencionamos los mensajes que podríamos estar enviando al cruzar los brazos, por ejemplo al hacerlo en forma de bloqueo enviará un mensaje a la otra persona de que tienes tus propios criterios y opiniones al tiempo que no te interesa considerar los de la otra persona o siquiera prestarles atención.

Expresión facial

Debemos tener cuidado de mostrar siempre una expresión positiva ante los estímulos, ya que dará la impresión de que nos da igual lo que oímos y puede confundir a los demás. Al momento de escuchar una idea o frase de la cual se requiera nuestra opinión, ayuda mucho desviar brevemente la mirada o entornar los ojos. Si los mantienes fijos en el rostro de tu interlocutor, pensará que lo que dijo no es tomado en cuenta y que la respuesta es automática y sin pensar pues el procesamiento mental fue tan superficial que no fue necesario ni siquiera romper el contacto visual.

En cualquier ambiente o situación en la que nos encontremos, siempre debemos tener en cuenta que sin abrir la boca, los demás ya se están formando una impresión de lo que estamos transmitiendo con nuestras expresiones y lenguaje corporal, y muchas veces tiene mayor peso lo que no se dice que lo que se oye.

Nos leemos la próxima vez.