¿Empatía o simpatía?, ¿cuál predomina en ti?

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CIUDAD DE MÉXICO.- Una persona simpática no necesariamente es alguien capaz de desarrollar empatía por los demás. El modo de ser de una persona y su carácter puede hacerla atractiva o agradable a los demás.

Mucho se habla de tener empatía con los demás y algunas veces puede confundirse con la simpatía. La primera siempre trata de buscar establecer una conexión con el otro, mientras que la segunda se preocupa más por dar una opinión o buscar una solución ya sea que te la hayan pedido o no.

¿Por qué es tan importante moverse en un ambiente empático? Porque ayuda a fomentar relaciones más fuertes y comprometidas, genera una visión y perspectiva centrada en las emociones creando vínculos más estrechos y duraderos con los otros y traspasa la comunicación verbal para trasladarse a un plano mucho más profundo que pone énfasis en escuchar a la otra persona para comprender sin emitir un juicio y muchas veces ni siquiera se tiene que opinar.

Es muy común que cuando una persona se acerca para compartir algún problema o preocupación, tratemos de dar una sugerencia, consejo o solución a la misma, cuando muchas veces la otra persona sólo busca ser escuchada y comprendida sin tener el sentimiento de ser juzgada o aleccionada.

Y no es que no se trate de ayudar, muchas veces es con la mejor intención de proponer, incluso se puede sentir emocionalmente igual que la otra persona, pero no necesariamente se le está comprendiendo, no se analizan sus necesidades ni lo que está detrás de lo que nos está explicando, no se escucha para comprender, sino que se tiende a buscar o a dar una solución al problema o al desánimo por el que atraviesa la otra persona y por lo general la opinión ante algo supone una valoración o juicio de quien está dando consejos, entando en un plano moral que incluso puede tornarse contraproducente.

Las relaciones con los otros son difíciles, como dicen “cada cabeza es un mundo” pero en la medida en que trabajemos por escuchar y comprender antes de emitir una opinión, lograremos conectar con la otra persona y fomentar un ambiente de confianza mutua con la seguridad de que seremos correspondidos de la misma forma. Puede ser que al principio esta mecánica sea complicada de establecer por costumbre o vicios propios y ajenos, sin embargo conforme se construye un ambiente que no juzga y se centra en la otra persona, la fluidez de la comunicación y reciprocidad será reflejo de nuestra empatía hacia los demás.

Siempre será mejor mover tus relaciones profesionales y personales a un nivel de empatía que mantener un nivel superficial, simpático, pero que no establece vínculos duraderos y de confianza.

Nos leemos la próxima vez…

*livm

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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