Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

6 Jun, 2022

Así va el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles

 

Si se incrementa la demanda de pasajeros y carga entre 9 y 10% al año, como señalan algunos pronósticos, Isidoro Pastor, general que dirige el Aeropuerto Internacional Felipe

Ángeles (AIFA), sostiene que para finales de 2023 o principios de 2024 llegará a su punto de equilibrio.

Originalmente, abundó, la expectativa es que se alcanzaría hasta 2026.

¿Qué sucederá realmente con una previsible crisis económica en Estados Unidos y la postergación del regreso de México a la categoría 1 de la aviación de ese país hasta noviembre?, sólo el tiempo lo dirá.

Sin embargo, está firmado que de las 12 operaciones que se realizan actualmente al día en el AIFA, para septiembre serán 62, debido a los compromisos de las principales compañías mexicanas.

Eso implicará que, de mil 300 pasajeros que circulan actualmente, subirán a 6 mil y, a partir de allí, el AIFA cobrará importancia y vida.

Pastor es un militar bien preparado, con una maestría en Ciencias y un doctorado en Administración Pública, según se observa en la pared de su oficina pletórica de fotos y diplomas.

Un militar institucional que no oculta las imágenes con otros presidentes mexicanos ni con personajes como la senadora estadunidense Hillary Clinton o Condoleezza Rice, la primera mujer afroestadunidense que fue secretaria de Estado en ese país.

Todas estas cifras las hemos dado a conocer puntualmente, le hemos dedicado hasta cinco horas a detractores del proyecto; pero al día siguiente ellos escriben lo que conviene a sus intereses, a ver qué pasa ahora, dijo, incluso, divertido.

El militar reconoció que para alcanzar un elevado nivel de satisfacción al pasajero, al AIFA le “pega” la insuficiente infraestructura terrestre que se sigue construyendo y la limitada oferta para poder consumir.

En total hay 193 espacios comerciales dentro del aeropuerto, pero de ellos sólo tienen 80 contratos cerrados y apenas 15 negocios funcionando.

Pero a estos últimos les va bien, sostuvo, pues sigue habiendo alrededor de 10 mil trabajadores terminando la obra y están desde los que tienen mayor capacidad adquisitiva hasta los que ganan menos, pero que también necesitan comer.

La empresa que fue contratada para implementar el sistema de reconocimiento facial para acceder a las áreas estériles del aeropuerto, se retrasó argumentando que algunos de sus proveedores sufrieron problemas debido a la pandemia.

Ahora, en algún momento de junio, la misma empresa se han comprometido a instalarlo.

También están concluidos los 12 recintos fiscales para manejar más de 400 mil toneladas de carga al año; mientras que los hermanos El-Mann, de Fibra Uno, están invirtiendo en unas bodegas fuera del recinto aeroportuario.

Como sucede en la hotelería, Pastor aseguró que se puede optar por las aperturas progresivas (soft opening) o por las aperturas completas (hard opening).

En el caso del AIFA, se decantaron por la primera modalidad, así es que a finales de 2022 se observarán los alcances de este aeropuerto, planeado para atender hasta 20 millones de pasajeros al año, contra 49 millones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Sus resultados nunca serán como los esperados en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, que canceló este gobierno, pero ahora las aerolíneas y el país buscan rentabilizar este aeropuerto.

Si el día de la inauguración del AIFA, las tlayudas ganaron la nota; las fritangas mexicanas llegaron para quedarse y ya hay dos taquerías, un negocio de pastes y un restaurante de chilaquiles.

 

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