Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

16 Oct, 2023

¿Por qué un famoso Ritz Carlton ahora es Kempinski?

Hace más de tres décadas, Enrique Molina, un importante empresario de Yucatán, convenció a Starwood para que operara su hotel en Cancún con la marca Ritz Carlton, convirtiéndose en el primero fuera de Estados Unidos.

Hoy, la familia Molina acaban de reconvertir ese mismo establecimiento en el primer Kempinski del continente Americano; en realidad, ya hay otros dos en Cuba, lo cual no deja de ser otro hecho peculiar para una marca de superlujo que es muy conocida en Europa.

La semana pasada, Claudia Molina, quien representa a la familia de inversionistas propietaria de este inmueble, anunció que Grupo Posadas se encargará de su comercialización.

De tal manera, Kempinski, que dirige el holandés Coenraad Berger, es un hotel propiedad de yucatecos, operada según los cánones de una legendaria marca de hospitalidad alemana, que es propiedad de un grupo de Oriente Medio. Pero que, además, será comercializado por una cadena mexicana que tiene una relevante presencia comercial en Estados Unidos; otra prueba de los alcances de la palabra “globalización”.

Hace meses, Enrique Molina comentaba en una fiesta con un grupo de empresarios de Quintana Roo que había cambiado de marca porque Marriott no sabía cobrar.

Claudia Molina dio más detalles cuando dijo que en los últimos años las tarifas del Ritz Carlton Cancun estuvieron supeditadas a las de otras marcas de la cadena de hoteles más grande del mundo que también operan en la plazam como el JW Marriott.

Desde su perspectiva, además, Ritz Carlton ha cambiado de aquella marca superexclusiva que fue en sus orígenes, para, incluso, ahora estar considerando entrar al modelo de los hoteles todo incluido.

Ella ha visitado otros Ritz Carlton, como el de Mahui, en Hawái, al que considera un centro de hospedaje más relajado, por lo que, francamente, se sintió preocupada cuando los ejecutivos de Ritz Carlton le propusieron cambiar la entrada al lobby, con sus pisos de mármol rosado, por unas losetas, argumentando que tendrían un diseño más moderno. Molina está convencida de que Kempinski seguirá defendiendo el estilo de gran lujo que en su momento hizo famoso a este hotel en Cancún. Por lo que se refiere a las ventas, firmó un contrato que será revisado a los dos años y cuyo propósito es utilizar la fuerza de Posadas para aumentar las ocupaciones, la tarifa y los ingresos.

Posadas tiene una presencia comercial relevante en Estados Unidos, pero no deja de llamar la atención que se haya elegido una firma mexicana para reforzar la presencia de Kempinski en un mercado como la Unión Americana, donde es desconocido.

Berger, quien ya ha sido director general de un hotel en la Riviera Maya, dice que se seguirá trabajando en el alto nivel de servicio de este hotel, incluyendo un equipo de conserjería especializado en atender necesidades urgentes de los huéspedes.

 

  • DIVISADERO

RETOMA EL PASO... Cancún Travel Mart concluyó con muy buenos resultados y recuperó su posición como el evento de comercialización del turismo más importante del Caribe mexicano por cuatro mil 500 millones de dólares.

El único “negrito” en el arroz fue la ausencia del secretario de Turismo, Miguel Torruco, quien, en lugar de hacer berrinches, podría ponerse a cabildear para destrabar las visas electrónicas brasileñas y mejorar el trabajo de Crea y Euroamérica en las ferias internacionales en las que participa México.

Más trabajo y menos grilla, es lo único que se necesita.

 

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