Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

30 Ago, 2023

SCT defiende reducir operaciones en el AICM

Cuando la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, cuyo titular es Jorge Nuño, redujo de 61 a 52 las operaciones por hora del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el argumento fue acotar la saturación de las operaciones en tierra.

Planeado para mover 25 millones de pasajeros por año, con 61 operaciones por hora estaban pasando 44 millones por las dos terminales; la sorpresa fue que, con 52 operaciones, el número de viajeros siguió siendo más o menos el mismo.

Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transporte de la SCT, dijo que, en términos deportivos, las aerolíneas les “ metieron un gol”, porque utilizaron aviones más grandes.

Ahora el número máximo de operaciones se redujo a 45 y, según la autoridad, es una decisión que no se revertirá, pues así el AICM mejorará la calidad de sus servicios terrestres.

Hoy en día, el AICM se parece más a una terminal camionera de Bagdad o de Bombay que al aeropuerto capitalino del país líder en turismo de América Latina.

Todos nos quejamos de los baños pestilentes, de los techos que se vuelven regaderas cuando cae una tormenta o de las horas interminables que tardan en llegar las maletas.

Además, las vialidades están rebasadas un fin de semana cualquiera, para no hablar cuando hay Fórmula 1 o viene Taylor Swift, pues las inmediaciones del aeropuerto se transforman en estacionamientos palpitantes, donde cualquier descuido le cuesta, por lo menos, un rayón a un coche.

Todo esto no habría pasado en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, que canceló el presidente López Obrador, pero, como “el hubiera no existe”, ahora también urge una nueva pista de rodada en la Terminal 1, pues, incluso con 45 operaciones, los aviones seguirán haciendo fila para despegar.

Como solución radical, Jiménez Pons propuso hace un año a la Canaero tirar la Terminal 1, dándoles 12 meses para reubicarse, lo que tajantemente fue rechazado por las aerolíneas.

No hay que ser un genio para entender, también, que al reducir de 65 a 52 las operaciones, las autoridades pensaron que, en lugar de utilizar aviones más grandes, las aerolíneas optarían por la alternativa del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

Éste sigue siendo otro de los supuestos y, evidentemente, las autoridades también le están dando otra rasurada a las operaciones para alentar el uso del irónicamente descrito como el “aeropuerto regional de Pachuca”.

Desde su perspectiva, la Cámara Nacional de Aerotransporte (Canaero) y el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) señalan que la reducción de las operaciones puede enrarecer el proceso para recuperar la Categoría 1 en Estados Unidos, y que la medida costará muy cara en términos de turistas e ingresos por viajes; aunque, para los funcionarios de la SCT, sólo los quieren asustar con el “petate del muerto”.

Jiménez Pons compartió que, técnicamente, ya está terminada la revisión de la Categoría 1, que está pendiente un asunto legal y seguramente el anuncio se dará en el tiempo límite, que es el mes de octubre.

La reducción de operaciones, añadió, podría tener repercusiones en términos del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pero no hay por qué revolverlo con la Categoría 1.

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La Canaero y el CNET están jugando sus mejores cartas para oponerse a la medida y no mudarán operaciones al AIFA si con ello pierden dinero; pero las quejas por la saturación terrestre del AICM están teniendo un final inesperado.

 

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