Una comedia en vivo en “honor” de los agentes de viajes

La celebración del Día del Agente de Viajes, organizada ayer por la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes de la Ciudad de México (AMAVCDMX), que preside Julián Arroyo, y por la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (Fematur), de Jorge Hernández, logró algunos momentos desconcertantes. 

Primero, porque el discurso central corrió a cargo de Rebeca Sánchez, la titular saliente de Turismo de la CDMX, quien será reemplazada el 15 julio por Nathalie Desplas y, además, porque lo hizo en representación de Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la capital. 

Curiosamente, preparó bien su discurso, con muchos datos sobre la importancia del turismo para la CDMX, pero fue pronunciado por una zombi, una funcionaria depuesta, pero “viviente”, pues están contados sus minutos en el Turismo, antes de irse a ocupar su nueva posición al frente de Desarrollo Integral de la Familia (DIF). 

Mientras Hernández, quien asegura ser un crítico permanente de Miguel Torruco, sobre todo después de que su amigo del alma lo desconoció entrando a la Sectur, le hizo innumerables caravanas, comenzando porque dijo que era el secretario que más sabía de turismo en la historia del país. 

Una afirmación que seguramente hizo revolverse en su tumba, por ejemplo, a Antonio Enríquez Savignac, impulsor de los grandes destinos turísticos mexicanos y exsecretario general de la Organización Mundial del Turismo. 

Pero ya, después de semejante desplante, todos esperaban que Torruco al menos fuera amable con Hernández, pero tras reconocer que eran amigos desde hacía 40 años, le dio un “golpe bajo” cuando sostuvo que aquél había llegado al turismo una década antes que él. 

Entonces, al presidente de la Fematur, cuyo ego e incontables frascos de tintura para pelo evitan que tenga canas, se le congeló la sonrisa. 

 El asunto fue de mal en peor, pues, acto seguido, Torruco le hizo un reconocimiento a Alberto Bojórquez (QEPD), decano de los agentes y padre de Armando Bojórquez, su otro viejo amigo, a sabiendas de que Hernández está molesto con él debido a su cercanía con Eduardo Paniagua, su adversario y presidente de la AMAV Nacional.  

Total que la ceremonia del Día del Agente de Viajes, un gremio que sigue recibiendo los vendavales del cambiante mundo del turismo, terminó siendo un evento de políticos a la antigua, salpicado de algunos chispazos de comedia en vivo. 

DIVISADERO 

¿Belice? Aunque la explicación oficial es que llegó el momento de impulsar al Mundo Maya, muchos se siguen preguntando qué objeto tuvo la gira de Torruco por Belice. 

 Es la economía 170 del mundo, un pequeñísimo país de 400 mil habitantes, es decir, la cuarta parte de quienes viven en la colonia Del Valle de la CDMX, y con menos poder adquisitivo. 

Por si fuera poco, no hay conectividad aérea a las principales ciudades de México; así es que los beliceños que deseen venir a la CDMX o a Guadalajara o a Monterrey lo tendrán que hacer vía alguna ciudad de Estados Unidos. 

 Si el secretario, además de sus operaciones toca puertas en Estados Unidos y Canadá, ya hubiera visitado a los empresarios turísticos de los otros mercados emisores importantes para México, como Gran Bretaña, Colombia o Perú, pues tendría alguna lógica ese alarde de diversificación. 

 Pero hoy es incomprensible su “amor beliceño” y preocupa que su siguiente operación “tocapuertas” tenga como destino Haití o Trinidad y Tobago.