Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

3 Jul, 2018

Todo el poder a Romo

De las felicitaciones que Andrés Manuel López Obrador recibió en las últimas horas, la del Consejo Mexicano de Negocios (CMN) vuelve a ponerse en la palestra pública. El gremio presidido por Alejandro Ramírez, reitera su determinación de apoyarlo para garantizar crecimiento y generación de empleos.

Políticamente correcta la postura, pero cuestionable por donde se le vea. De entrada, Ramírez tendrá que deshacerse de dos personajes altamente tóxicos para él y para el gremio que lidera: Alejandro Quintero y Martha Mejía, dueños de GTVP (antes TV Promo) y Zimat, respectivamente.

Hasta el último momento quisieron bajar al tabasqueño, como se vio con la transmisión de la serie “Populismo en América Latina”. Intentaron pasarla por Televisa, de Emilio Azcárraga; TV Azteca, de Ricardo Salinas, Grupo Imagen, de Olegario Vázquez Aldir, y Netflix, de Reed Hastings. Pero en todos los casos rechazaron el documental.

Atrás nuevamente los duros del CMN, Claudio X. González, Eduardo Tricio y Germán Larrea, que no lograron su cometido. Alrededor de 160 millones de pesos tirados a la basura: 80 millones en la producción y otro tanto para difundirla. Son empresarios de ese perfil los que tienen que exorcizar sus fobias.

Mañana va a ser una buena oportunidad. Y es que este miércoles habrá un desayuno del Consejo Nacional del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) con AMLO. Está prevista la asistencia de unas 70 personas, entre ellas los dirigentes de los siete organismos que integran la cúpula de Juan Pablo Castañón.

Estamos hablando de la Concamin, de Francisco Cervantes; Coparmex, de Gustavo de Hoyos; AMIS, de Manuel Escobedo; Concanaco-Servytur, de José Manuel López, ABM, de Marcos Martínez; CNA, de Benjamín Grayeb; AMIB, de José Méndez Fabre, y el susodicho CMN.

El encuentro se da en la coyuntura del proceso de transición del gobierno saliente de Enrique Peña Nieto y el entrante del tabasqueño, donde el hombre clave para el empresariado se llama Alfonso Romo. El designado coordinador de la Presidencia tendrá bajo su férula la conformación del gabinete económico.

Por Romo pasarán los nombres de subsecretarios para abajo, labor en la que será asistido por quien es considerado ya el número dos del jefe de Gabinete, Eugenio Nájera, exdirector de Cigarrera La Moderna y hombre de todas las confianzas del exdueño de Seguros Comercial América y Seminis.

Sólo dos capitanes de empresa han pedido su salida del entonces Consejo Mexicano de Hombres de Negocios. Uno es Joaquín Vargas Guajardo y el otro justamente Romo. Salieron en 2006 por diferentes circunstancias. En el caso del segundo, precisamente por lo que consideró el robo de la elección a AMLO.

Su caso es paradigmático. Hombre de negocios que no es bien visto por sus pares, sobre todo en Monterrey, donde fue defenestrado por una elite regiomontana que lidera José Antonio Fernández Carbajal, el CEO de FEMSA, hoy metido en un auténtico galimatías porque su rival es el más cercano a López Obrador.

Romo no sólo es el interlocutor con los empresarios, sino que AMLO le dio la instrucción de seleccionar a las cabezas del gabinete ampliado, empresas productivas del Estado, comisiones y organismos descentralizados. Todo el nuevo aparato del sector económico-financiero lo armarán él y su equipo.

Vaya entuerto no sólo para El Diablo Fernández Carbajal, sino para el llamado Grupo de los 10, a saber, Rogelio Zambrano, de Cemex; Armando Garza Sada, de Alfa; Eugenio Garza Herrera, de Xignux; Enrique Zambrano, de Proeza, y Ricardo Martín Bringas, de Soriana.

Agregue también a Juan González, de Gruma; Sergio Gutiérrez Muguerza, de Deacero; Eduardo Garza, de Frisa, y Julián Eguren, de Ternium. En calidad de invitados a ese “Club de Toby” apunte a Adrián Sada, de Vitro, y a Tomás González Sada, de Cydsa.

Los regios han mandado más de una señal de que no quieren lidiar con su colega, pero se ve altamente difícil que encuentren línea directa con Andrés Manuel López Obrador para tratar sus temas. Para eso puso a Romo y éste tampoco va a aceptar que le den la vuelta. Vaya situación.

ISSSTE MOROSO

No sólo entre los 13 afiliados a la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud (ANDIS), que preside Héctor González, hay preocupación de que algunas entidades federativas y organismos como el ISSSTE presten oídos sordos a sus peticiones de pago de medicamentos suministrados.

También en la banca hay malestar, pues se estima que la deuda financiera ya ronda los diez mil millones de pesos. Instituciones como Citibanamex, que comanda Ernesto Torres Cantú; BBVA-Bancomer, que capitanea Eduardo Osuna, y Santander, que maneja Héctor Grisi, están inquietas por el creciente costo financiero en que están incurriendo por instancias morosas que simple y sencillamente no honran sus deudas. El caso más temerario, le decía, es el ISSSTE.

Florentino Castro ni siquiera ha contestado tres oficios que ya le enviaron para sentarse a platicar. ¡Qué vergüenza! Y todavía los priistas se preguntan por qué los echan del gobierno. El otro es Eruviel Ávila, que dejó una deuda colosal en el Estado de México.

ABENGOA VIOLA             

Pues nada, que Abengoa de México, que comanda Fernando Martínez Salcedo, violó el convenio concursal que le permitió salir de ese estatus apenas en enero pasado.

Ahora la firma andaluza corre el riesgo de ser sometida nuevamente a concurso mercantil porque el pasado 16 de junio incumplió el pago parcial de su deuda a los acreedores.

La suma pactada ronda los 355 millones 745 mil pesos, que equivalen al 10% del pasivo total calculado en tres mil 557 millones 446 mil pesos. Como la firma española ni siquiera consignó el dinero al Juzgado sexto de Distrito en Materia Civil, ya se promovió un incidente de incumplimiento de contrato.

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