Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

14 Ago, 2018

Tren Maya: sin pies ni cabeza

El Tren Maya, que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador anunció ayer se ampliará de 830 a mil 500 kilómetros, terminaría costando una fortuna. No hay vuelta de hoja: construir un kilómetro de vía férrea cuesta cerca de mil millones de pesos.

Si el político tabasqueño adelantó que se construirá en cuatro años y que su gobierno aportará al proyecto anualmente siete mil millones de pesos que provendrán de fondos de impuestos al turismo, se entiende que la inversión pública participará con apenas 32 mil millones de pesos.

Ahora, ese dinero público ¿lo piensan obtener del Derecho de No Residente? De por sí el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) trae un pleito casado con el Instituto Nacional de Migración (INM) por la repartición de ese derecho. El brazo promotor del turismo se queda actualmente con el 42.85%.

Por si lo anterior no fuera suficiente, la senadora del Partido del Trabajo, Ana Gabriela Guevara, quien se perfila para ser la titular de la Comisión Nacional del Deporte, recién propuso reformar la Ley de Derechos para quitarle al CPTM ese porcentaje del impuesto para trasladarlo en su totalidad al INM.

¿Los privados le entrarán con la millonaria bolsa restante? ¿Comprometerán cuantiosos recursos a un negocio que suele estar subsidiado? ¿De no ser así, pagarán un boleto caro los usuarios para que el concesionario recupere su inversión? ¿Qué tipo de tren será?

Todas las anteriores son preguntas básicas que se hacen constructores, hoteleros y prestadores de servicios turísticos que, en teoría, serán los principales beneficiarios de ese tren preponderantemente turístico y cuyo trazo parece ocurrente y caprichoso.

La ruta original era Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar, Calakmul, Escárcega y Palenque. Pero ayer López Obrador aseguró que al trazo inicial del tren se le agregarán nada más 600 kilómetros para conectar a Valladolid, Chichen Itzá y Mérida. ¿Será un ramal?

El Presidente electo puntualizó que la ruta ampliada abarcará ahora, además de Quintana Roo y Chiapas, a los estados de Yucatán y Campeche. Sin embargo, nunca especificó qué puntos tocaría de este último estado gobernado por el priista Alejandro Moreno Cárdenas.

Más dudas que certezas.

BANXICO DENUNCIA

Como si los bancos no estuvieran en el mal ánimo, resulta que Banxico dio la voz de alerta respecto de prácticas anticompetitivas detectadas en el HSBC, que preside Nuno Matos, y Banorte, de Carlos Hank González.

Y es que Banobras le informó que ambas instituciones están ofreciendo a las entidades federativas créditos con comisiones de TIIE más 0.5%, esto es hasta 1.5% menos de lo que otorga este banco de desarrollo que dirige Alfredo Vara.

El punto es que los ejecutivos de HSBC y Banorte están poniendo la condición de obtener a cambio las cuentas de créditos de nómina y manejo de nóminas de los empleados de los estados. El asunto, además de que ya lo estudia el instituto a cargo de Alejandro Díaz de León, va a escalar a la Comisión Federal de Competencia Económica, de Alejandra Palacios. Una raya más al tigre.

VA BLACKROCK

Le decía hace unos días que Juan Armando Hinojosa puso a la venta la carretera Naucalpan-Toluca. Hace alrededor de dos meses contrató al BBVA-Bancomer, que dirige Eduardo Osuna , como asesor financiero.

A once años de que el entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, se la adjudicó, la vía registra un avance de casi 70%. Oficialmente Grupo Teya ha invertido cerca de tres mil millones de pesos, aunque Hinojosa dice en corto que le ha metido por fuera casi el doble. Dicen que el empresario pretende venderla en unos ocho mil millones. Pinfra, de David Peñaloza; IDEAL, de Carlos Slim, y BlackRock, de Larry Fink, mostraron interés. No pierda de vista al último. Y es que el gestor de fondos ya tiene una participación en esa concesión derivada de una sociedad con el también dueño de Grupo HIGA.

SOUTHERN CROSS

A casi dos años de que se anunció un acuerdo, el ahora Banco Accendo, antes Investa, nada más no puede concretar la compra de los activos del Deutsche Bank.

La detención de Carlos Djemal en Estados Unidos y la consecuente revelación de operaciones que rayan en la ilegalidad, y que desconocía el resto de los accionistas, frenó la operación. Al margen de las potenciales demandas de éstos, la CNBV, todavía con Jaime González Aguadé al frente, dio el aval al equipo de Enrique Vilatela para que se absorbiera principalmente el fideicomiso del banco alemán.

Lo único era encontrar al inversionista que aportara cerca de 250 millones de dólares, tras la capitalización de 350 millones de pesos que hizo Moisés Cosío Espinosa. Trascendió que sería el fondo Southern Cross, de Norberto Morita, el que podría entrar al quite.

ORO NEGRO: NADA

Otro proceso que también se perdió en el tiempo, sólo que de concurso mercantil apenas en etapa de admisión y en trámite ya casi un año, es el de Oro Negro, esta controvertida empresa de servicios petroleros de Gonzalo Gil y José Antonio Cañedo, hoy en abierta pelea con Pemex.

Por increíble que parezca, el Juez Segundo de Distrito en Materia Civil de la CDMX, Raúl Angulo Garfias, sigue arrastrando los pies con todo y que hace un mes el visitador, Oscar Estrella, por fin le entregó el diagnóstico financiero.

A ver cuándo el juez concursal admite el concurso. Oro Negro debe 950 millones de dólares a tenedores de bonos. Gil ya ni está en México. Lo han visto en Miami, en la sección residencial del Four Seasons. Curiosamente es vecino de su primo, Martín Díaz, quien también ya reside en Florida.

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