David Páramo

Análisis superior

David Páramo

4 May, 2018

Así no

En las últimas semanas, Morena y su candidato Andrés Manuel López Obrador han intensificado una andanada en contra de la iniciativa privada como una manera de tratar de ganar la elección presidencial del primero de julio.

Primero fueron las descalificaciones en contra de Carlos Slim, principal generador mexicano de empleos porque defendió la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Básicamente su ataque se concentró en decir que este hombre y su familia se beneficiaban de la obra. Vale la pena destacar que la inversión representa 0.5% de las operaciones de Carso.

Este argumento se desploma cuando, por ejemplo ayer, todos los sindicatos de aviación pilotos, sobrecargos, mecánicos, personal de tierra y pilotos hicieron una conferencia de prensa en la cual abiertamente pidieron la construcción de la nueva terminal aérea como una pieza fundamental en defensa de sus oportunidades de trabajo. A esto también habría que sumar las diversas voces de expertos internacionales que hablan sobre la pertinencia del país.

Ricardo del Valle, secretario general de ASSA, no sólo defendió el carácter técnico de la obra sino que lo definió como una inversión para los próximos 100 años y no como un gasto. Al defender la propuesta, este hombre señaló que podría generar un millón de empleos bien remunerados.  

Después se dio la andanada en contra del Consejo Coordinador Empresarial y sus dirigentes, porque cancelaron la reunión informativa sobre el NAICM, puesto que en diversas ocasiones López Obrador ha dicho que la decisión está tomada. En caso de ganar, cancelaría una obra que genera más de 40 mil empleos y, además, que será un detonador del turismo.

Estos ataques en contra de la iniciativa privada se dijo que los habían presionado para que terminaran con estas reuniones, versión que fue desmentida por el presidente del CCE, Juan Pablo Castañón.

Durante el fin de semana, la campaña de AMLO aseguró que había reuniones de primer nivel en la cual los empresarios y el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, habían acordado impulsar la candidatura de Ricardo Anaya.

Otra vez, el CCE desmintió en una conferencia la versión asegurando que los empresarios no tenían un candidato ni se prestaban a estas acciones, puesto que lo suyo es tener una democracia en el que se tomen decisiones informadas.

RAPACES

En este contexto, el Consejo Mexicano de Negocios publicó un desplegado en el cual rechazan cualquier acuerdo para imponer a un determinado candidato a la Presidencia de la República o para tratar de dañar a las empresas. En este mismo comunicado plantean la necesidad de preservar la libertad económica y no detener los avances que se han logrado durante los últimos años.

El candidato de Morena opinó que estos empresarios que generan 1.5 millones de empleos, son una minoría rapaz que “tienen confiscadas las instituciones, tienen secuestrado al gobierno, el gobierno no representa a todos los mexicanos”.

Dijo sobre los miembros de esta organización empresarial que “no quieren dejar de robar y no quieren perder el privilegio de mandar, porque sólo hacen negocios al amparo del poder público, sino es que se sienten dueños de México”.

El secretario del CEN de Morena, Paco Ignacio Taibo, que hace una semana promovía expropiaciones masivas, ahora dijo que el gobierno de AMLO debe gobernar (en caso de ganar, debió añadir) a punta de decretos.

Anaya, Margarita Zavala y El Bronco rechazaron las afirmaciones de su contrincante, puesto que consideraron que no puede progresar el país sin el concurso de los empresarios.

INICIATIVA PRIVADA

Es necesario entender que la iniciativa privada es fundamental para el avance de un país y nadie que busque tener éxito como gobernante puede hacerlo en contra de ella. Ésta es la que genera la riqueza por la vía del empleo. Si un empresario pone una empresa genera empleos, si los trabajadores tienen recursos demandan productos y servicios que activan a otras empresas que, en un círculo virtuoso, contratan a más trabajadores.

Contrariamente a las ideas trasnochadas del socialismo de principios del siglo pasado, a los empresarios les conviene que a los trabajadores les vaya bien y tengan más recursos, pues permite crecer los negocios. No es casual que Coparmex, encabezada por Gustavo de Hoyos, sea quizá el principal promotor del incremento ordenado al salario mínimo.

Los empleos que se generan en la iniciativa privada son 40% más productivos y mejor pagados que en la economía ilegal (que no paga impuestos, es decir, no contribuye debidamente al crecimiento del país) puesto que, además, tienen toda la cobertura social y acceso al sistema financiero.  Las entidades en las que la informalidad es más baja, los trabajadores viven sustancialmente mejor que en entidades donde la economía ilegal como lo demuestra el PIB per cápita por estado.

El dinero que tiene el estado para trabajar no es generado por el gobierno sino por los impuestos que pagan las empresas. Luchar en contra de los hombres y mujeres que generan riqueza para las personas es una estrategia que conduce, directamente, a una crisis económica.

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