Dos medidas

Luego de que el Inegi, encabezado por Graciela Márquez, diera a conocer la actividad económica al cierre de abril, queda claro que la economía ya recuperó el nivel que tenía antes de la pandemia.

Podría parecer que es muy bueno, pero resulta insuficiente. Sí, la economía ya volvió al nivel que tenía antes de la pandemia, pero aún es menor a la que había al cierre del 2018 y, especialmente, en cuanto al PIB percápita. La economía mexicana es la que menos se ha recuperado de la pandemia entre las que mide la OCDE.

De mantenerse el buen ritmo, la economía crecerá aproximadamente 0.6% en promedio anual, cerca de dos puntos menos que el promedio que se registró durante el periodo neoliberal.

La explicación de estos resultados puede estar, sin lugar a dudas, en el reconocimiento del Presidente en el sentido que durante la pandemia se habían logrado ahorrar 40 mil millones de pesos. México fue el único país de la OCDE que no usó apoyos para la reactivación económica.

REMATE DIVERGENTE

El Padre del Análisis Superior pone a su consideración una disyuntiva: si la corriente mayoritaria de pensamiento está, estamos, a favor de la inclusión, entonces cómo explicar los malos resultados que han tenido en taquilla las películas La Sirenita, Lightyear y Elemental de Disney, en las cuales se hacen sendos gestos a la diversidad sexual, y que llevaron al despido de su directora de Inclusión, Latronda Newton, puesto que las tres entregas han sido ruinosas.

O el espectacular desplome que tuvieron las ventas de Bud Light por la participación de la influencer trans, Dylan Mulvaney, que no sólo implicó el despido de por lo menos dos altos funcionarios de marketing de Anshauser Busch, sino que la firma haya anunciado una poderosa campaña para tratar de recuperar mercado ante Modelo.

Es un hecho que para lograr la existencia de un mundo mejor es necesaria la inclusión, pero no debe ser forzada y debe considerar los sentimientos de quienes son los que sustentan sus actividades. El PAS está convencido que la bandera del movimiento LGBTQ+ debe incluir a todos. Por lo menos estas dos empresas trataron de abrir una brecha y parecería que picaron una tubería que debe ser considerada por todos en búsqueda de una inclusión que no sea excluyente. 

REMATE RECONOCIDO

Era hasta cierto punto comprensible que el AICM estuviera cayéndose a pedazos, porque esa terminal iba a ser cerrada. Era también lógico que el TUA se utilizara para financiar los bonos para la construcción del NAIM. Sin embargo, el deterioro que mantuvo el aeropuerto hasta la llegada de Carlos Velázquez Tiscareño a la dirección de la terminal aérea más importante del país era injustificable. No únicamente el hundimiento, sino la mugre y el abandono operativo en el que se encontraba.

El vicealmirante puso orden. No se dedicó a culpar al pasado o buscar pretextos. Tomó medidas fundamentales como ordenar el uso de los slots y los espacios, y la recepción y entrega de los equipajes. Hoy el AICM ha regresado a ser un lugar digno y limpio. Ojalá que esto no cree el espejismo que la terminal no requiere el dinero del TUA (la principal fuente de ingresos de cualquier terminal aérea) para operar. Como se debe saber, Velázquez Tiscareño y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, comandada por Jorge Nuño, están haciendo gestiones para que la Secretaría de Hacienda se haga cargo del pago de los bonos del NAIM por 4 mil 200 millones de dólares.

Es responsabilidad de la Secretaría de Hacienda, encabezada por Rogelio Ramírez de la O, encontrar un mecanismo aceptable por los tenedores para liberar al AICM de esa pesadísima carga financiera, que hasta el momento se ha cubierto con transferencias directas y eficiencias operativas.

REMATE NOSTÁLGICO

Hay una suerte de mono entre quienes siguen el sector bancario por Banamex. Luego que Jane Fraser anunciara la decisión de vender el banco a través del mercado de valores y hasta 2025, comenzaron a vivir un momento anticlimático.

No faltaron los que, con un sentido de desesperación, trataron de inflar que el Presidente le pidió al secretario y subsecretario de Hacienda que analizaran la posibilidad de comprar el banco en 5 mil millones de dólares para fusionarlo con Banco del Bienestar.

La realidad es que esta instrucción no toleraba el menor análisis. Primero, a esta administración no le da tiempo de llevar una operación como la planteada y, segundo, que Citi no mostró ningún interés por realizar una operación de este tipo.