David Páramo

Análisis superior

David Páramo

4 Dic, 2023

Formalizar el empleo

 

El incremento al salario mínimo y la posible reducción de la jornada laboral plantea una larga serie de mitos y mentiras que serán atendidas por el Padre del Análisis Superior.

El aumento al salario mínimo no es un logro del gobierno en contraposición de la iniciativa privada. Verlo así puede ser una mezcla entre ignorancia y perversidad política.

A los políticos populistas sí les convienen los pobres, que tengan que depender de las ayudas sociales; a los empresarios les conviene tener clientes potenciales en un círculo virtuoso en el que pueden vender sus productos.

Es un hecho que la iniciativa privada, específicamente la Coparmex, ahora presidida por José Medina Mora, fue fundamental para que el salario mínimo aumentara. A instancias de ellos se le quitó el carácter de unidad de medida económica desde mediados del gobierno de Enrique Peña Nieto, con lo que se abrió la posibilidad de subirlo sin generar los perjuicios que se hubieran dado cuando prácticamente todo estaba en veces salario mínimo.

Un ejemplo colateral, los acreditados al Infonavit han disminuido sustancialmente en favor de los trabajadores y de ahí que estén creciendo exponencialmente durante la gestión de Carlos Martínez.

Desde aquel momento se determinó que la mejor manera de subir el salario mínimo para que cumpliera con la línea del bienestar establecida por el Coneval, que encabeza José Nabor Cruz, era necesario hacerlo paulatinamente, la meta se logrará en 2026 para todo el país, como ya se logró en la zona libre de la frontera norte.

REMATE PROCESAL

En segundo término, que se hiciera con una mezcla de incremento al salario mínimo, más aumentos directos a través del Monto Independiente de Recuperación (MIR). Hacerlo directo al salario mínimo hubiera generado presiones inflacionarias que consumieran el incremento.

En sexenios populistas como el de José López Portillo se decretaron aumentos escalonados al salario, que eran consumidos previamente por la inflación. Así, por ejemplo, en esta ocasión el aumento al salario mínimo fue de 6% más el equivalente a 14% en MIR.

Es impreciso decir que el salario mínimo aumentó 20%. El ingreso de los trabajadores sí lo hizo en esa cantidad, pero a través de un esquema que no genera presiones inflacionarias, que fue diseñado desde la administración pasada entre patrones, trabajadores y gobierno en la Conasami.

Si bien es una gran medida el aumento al salario mínimo, es insuficiente. De acuerdo con el Inegi, presidido por Graciela Márquez, poco más del 10% de los afiliados al IMSS ganan sólo un salario mínimo, es decir, el problema no está en la economía formal, sino en los trabajadores que están en el mercado informal sin prestaciones como Infonavit, IMSS o fondo de pensiones.

Datos tanto del Inegi como del Coneval demuestran que en México los trabajadores en la economía formal ganan prácticamente el doble de los que están en el mercado ilegal y que más de la mitad de la Población Económicamente Activa se encuentra en la economía ilegal.

REMATE FORMALIZADO

Es fácil determinar que, si bien es importante el aumento al salario mínimo como el que se anunció el viernes, es mucho más importante la formalización del empleo. El Coneval ha hecho muy puntuales estudios sobe los seis niveles de carencias sociales que llevan a la pobreza y ha concluido que, por ejemplo, el principal problema es la falta a servicios de salud.

Preocupa que, ante esta cifra, el gobierno la minimizó diciendo algo así como que Coneval hizo mal la pregunta o algo así. Un trabajador en la economía legal tiene acceso al IMSS, dirigido por Zoé Robledo, que es sustancialmente superior a lo que ha hecho esta administración en materia de salud.

Al término de la gestión de Jorge Alcocer no sólo será recordado por su gris presencia o por haber cedido ante uno de sus subsecretarios, Hugo López-Gatell, sino por las muchas fallas que se han cometido en la mejora del sistema de salud, que seguirá siendo un gran pendiente, a pesar de que algunos aseguran que conceptualmente (cualquier cosa que eso sea) tendremos un sistema de salud como el de Dinamarca, algo que más bien parece un chiste.

Sin importar quién gane la elección entre Xóchitl Gálvez o Claudia Sheinbaum, afortunadamente sólo será una contienda entre las dos, se tiene que replantear integralmente la formalización del empleo, puesto que se está cerca del límite en la capacidad del aumentar el salario mínimo y seis de cada diez trabajadores siguen fuera de él.

Es falso lo que dicen algunos en el sentido de que el aumento al salario mínimo en la economía informal impulsa al salario en la economía formal. De hecho, tanto Inegi como Coneval han dejado claro que no es así.

 

 

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