AICM, Marina con más orden, pero paga 460 mdd anuales por cancelación de Texcoco

La Secretaría de Marina, a cargo de Rafael Ojeda, creó su propio Grupo Aeroportuario, Casiopea, y mediante éste se piensa tomar la administración de seis aeropuertos que han pertenecido a ASA: Matamoros, Ciudad del Carmen, Loreto, Guaymas, Obregón y Colima. Más aparte, la Secretaría de Marina ya opera la joya de la corona, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el AICM, que desde hace años se encuentra saturado. Para poder darle viabilidad al saturado AICM, el secretario Ojeda optó por su carta fuerte, el almirante Carlos Velázquez Tiscareño. Al presidente López Obrador le ha gustado la decisión de Velázquez Tiscareño y el reordenamiento y decisiones que se han tomado en el AICM.

ORDEN EN MOSTRADORES, TAXIS, HORARIOS Y T2

El almirante Velázquez Tiscareño ha puesto orden en mostradores, desde la salida de extrabajadores de Mexicana hasta los de Interjet. También negoció con los taxistas su estancia en el AICM. Y buscó mejorar los horarios de vuelo, que eran un escándalo por sus demoras. Así, el AICM puso sólo un horario, el oficial, y rechazó los horarios comerciales de aerolíneas.

Este tema de los horarios, como sabemos, originó fricciones con Volaris. Pero al final el AICM ha puesto orden, y ahora sólo existe un horario de despegue, el oficial, y no el que les convenga a las aerolíneas. Bajo esa dinámica, el AICM, totalmente saturado, ha podido no sólo seguir operando, sino mejorar su funcionamiento. Incluso como parte de esa mejoría, se habló con la SICT, dirigida por Jorge Nuño, y se acordó la nivelación de la T2, cuyas obras han quedado a cargo, primero, de Claudia Sheinbaum, y ahora de Martí Batres, es decir de la Ciudad de México.

SE TOPARON CON SANGRÍA DE 460 MDD ANUALES

En este reordenamiento, metódico del AICM, la Secretaría de Marina se topó con lo obvio: el faltante financiero anual de estar pagando los bonos por la cancelación de Texcoco.

Como se recordará, el gobierno mexicano, al inicio del sexenio del presidente López Obrador, decidió cancelar el NAIM, es decir el de Texcoco. Y recompró parte de los bonos para financiar dicho aeropuerto. En aquel entonces se compraron 1,600 millones de dólares de los 6 mil millones de dólares emitidos en bonos. Con esto, la deuda que quedó fue de 4 mil  400 millones de dólares de bonos, conocidos como MexCat, que son el Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México (Mexican City Airport Trust).

Los bonos se pagan puntualmente del TUA, la Tarifa Unica Aeroportuaria, del aeropuerto capitalino. Y esto representa una fuerte sangría para el AICM, que si quiere mantener viabilidad, no podría seguir cargando con ese enorme peso financiero. Por eso ahora que la Marina, el almirante Rafael Ojeda y Velázquez Tiscareño han puesto cierto orden en las finanzas y operación del AICM, se dan cuenta de que no van a poder mantener la viabilidad del aeropuerto si siguen pagando la exorbitante cantidad de 460 millones de dólares anuales.

GRUPO AEROPORTUARIO ANALIZA RECOMPRA DE BONOS

Esto es lo que paga el AICM, de su TUA, para hacer frente a los bonos de la cancelación de Texcoco, 460 millones de dólares anuales. Esa cifra se saca de haber podido transportar a 40 millones de pasajeros anualmente.

El balón está del lado de Hacienda y, desde luego, del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, que analiza el prepago de parte de esos bonos para quitarle la pesada carga a la Marina. Y es que debemos reconocerlo, el Aeropuerto de Texcoco, conocido como NAIM, trajo un esquema financiero bastante bien diseñado, a cargo de Federico Patiño. Mientras se terminaba Texcoco, el AICM ayudaba a su pago, pues, al final, el AICM se iba a cerrar.

Pero al cancelar Texcoco, ahora el AICM sigue operando, pero con una carga financiera pesadísima de pagar los bonos del aeropuerto cancelado de Texcoco. Esto no le da viabilidad futura al AICM porque el TUA, para cualquier aeropuerto, es una de sus fuentes principales de ingreso, si no es que la principal.