José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

11 Sep, 2023

Alerta por déficit presupuestal; el triple del inicio de sexenio, ¿dejamos la prudencia?

Es preocupante el crecimiento del déficit presupuestario en el último año de gobierno del presidente López Obrador. El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, presentó el paquete presupuestal para su discusión en el Congreso. El paquete parecía mantener la prudencia fiscal sostenida por Hacienda en los últimos años. Incluso el dato de una deuda a nivel de 49.4% del PIB para concluir el sexenio así parecía confirmarlo.

El déficit del 4.9% del PIB

Cuando vemos más a fondo el paquete, surge un crecimiento fuerte del déficit público.

El déficit presupuestario aumenta de 3.3% a 4.0%, casi 5% del PIB. Y ahí sí ya se prenden algunas alertas.

El déficit presupuestario presentado por Hacienda, en el sexenio obradorista, había sido menor, totalmente manejable. En 2019 se tuvo un déficit de apenas el -1.6% del PIB; para 2020 de -2.7% del PIB, para 2021 de -2.9% del PIB; para 2022 de -3.2% del PIB; para 2023 de -3.3% del PIB.

Pero ahora salta a -4.9% del PIB. El triple de lo presentado el primer año de gobierno.

Más gasto en transferencias

Estamos hablando del déficit presupuestario más alto desde hace más de 30 años.

Claramente hemos tenido menores ingresos petroleros, y, por el contrario, por el lado del gasto se ha incrementado el gasto corriente.

En el Presupuesto tenemos a grandes ganadores, como la Sedena (ahora con Tren Maya) o la Marina (ahora con Corredor Interoceánico). Pero el gasto casi no se va a ir a gasto en inversión, sino más bien a gasto corriente.

Si bien es cierto que existe una gran cantidad de gasto inercial, también es cierto que el poco margen presupuestal se podría utilizar mejor. No es así. La reducción a gasto en salud es espeluznante, de más del 50 por ciento.

En el último año del gobierno, el presupuesto del presidente López Obrador va por gasto corriente, manteniendo el gasto social como prioridad, donde cobra importancia el Programa de Adultos Mayores. Por el otro lado, habrá poco gasto en inversión. Así que el déficit se refiere más a un gasto social, y claro que es clave para un año electoral.

 

Riesgos, revisar calificación

¿Dejamos la prudencia fiscal atrás? Todavía no se sabe por qué, por un lado, el gobierno mantiene un bajo nivel de deuda/PIB para cerrar el sexenio en 49.4% del PIB, pero el déficit sí prende alertas amarillas, ya sea sobre las presiones en finanzas públicas que va a heredar el gobierno obradorista al siguiente gobierno (gasto en pensiones sin sustento financiero; el enorme gasto en la deuda de Pemex, por ejemplo). Pero también puede suceder, como ya han confirmado algunos analistas, que las agencias calificadoras no vean bien este déficit presupuestario, estimando que puede traducirse en mayor deuda o mayor presión en las finanzas públicas. Y puedan decidir revisar la calificación crediticia del país. Por lo pronto, el déficit público, en el último año de gobierno, un año electoral, llamó mucho la atención. Y no es la mejor de las señales.

 

Telefónica, el escándalo español

En España es un escándalo. Se trata de la adquisición realizada por STC Group, la compañía saudí, del 9.9% de Telefónica. Para los españoles se trata de una compra de una compañía estratégica, que aunque no supera el 10% que obligaría a los saudís a pedir permiso a las autoridades, aun así las autoridades no quieren una compra hostil de Telefónica. Hoy en día los otros propietarios de Telefónica en España son BBVA, con 4.87%; BlackRock, con 4.48%; CaixaBank, con 3.5 por ciento. Telefónica, aquí en México, sigue operando, aunque sin espectro radioeléctrico porque se le hizo caro. Y ahora enfrenta este reto mayúsculo en su país de origen.

 

 

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