Sheinbaum y Ebrard frente a empresarios y… financiamientos

Las reglas de Morena para sus corcholatas, ha despertado varias dudas. Una de ellas, proveniente de la oposición, es el calendario: van a hacer proselitismo electoral antes de noviembre. El presidente López Obrador, el gran artífice de la estrategia del corcholatismo y, desde luego, echando mano a la habilidad y maromas políticas, ya contestó que no hay riesgo: “no están eligiendo, según estoy enterándome, al precandidato presidencial, es un coordinador o coordinadora de la transformación, es quien va a dirigir el movimiento de transformación hacia adelante, la defensa de la transformación”.

Más allá de los tiempos electorales, hay otro factor que preocupa a los mismos contendientes: el financiamiento de las giras, que realizarán  entre el 19 de julio y el 27 de agosto por todo el país, para después llegar a las encuestas y definir candidato el 6 de septiembre.

LA PETICIÓN DE EBRARD Y EL EXTRAÑAMIENTO DE MONREAL

Esas giras, ¿de dónde se van a financiar?

Incluso hubo una petición de Marcelo Ebrard, una de las dos principales corcholatas, hacia Mario Delgado, el presidente de Morena, de fijar montos del partido político hacia los precandidatos. Delgado no fijó montos para cada candidato, y ahora cada uno va por su propia cuenta.

Y es por demás ilusorio pensar que Sheinbaum, Ebrard, pero también Ricardo Monreal y Adán Augusto López, puedan financiar giras alrededor del país. Y ahí viene el apoyo para cada uno.

De hecho, el todavía líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, siendo otra de las corcholatas, ha externado su preocupación sobre la fiscalización en el proceso.

Y es que, a partir de ahora, podrían llegar los apoyos empresariales para los dos principales contendientes, Sheinbaum y Ebrard.

SHEINBAUM, LO QUE DA LA CDMX

Claudia Sheinbaum va a aprovechar hasta el viernes para inaugurar obras, presentaciones masivas de box, y recordar que fue la artífice de la reconstrucción de la Línea 1, y deja pendientes de inaugurar desde líneas de Cablebús, hasta el Tren Interurbano México-Toluca o la Terminal 2 del Aeropuerto capitalino.

Nada menos ayer sorprendió Sheinbaum con el tema boxístico, uno de los deportes más queridos en México. Trajo saludos desde Sylvester Stallone (“te hace falta ver más bax”) hasta campeones mundiales como Floyd Mayweather o Holyfield.

Ella aprovechará hasta el viernes.

Y al ser la candidata puntera, claro que trae apoyos empresariales. Y las acusaciones de sus contrincantes están a la orden del día: que si va a traer apoyos del fuerte sector inmobiliario de la Ciudad de México, que si de los conciertos de Rosalía y Fabulosos Cadillacs (al fin y al cabo la CDMX le terminó pagando 10.5 millones de pesos a Ocesa), que de los empresarios, por quedar bien, que del Metro. ¿Realidad o ficción? No lo sabemos.

EBRARD, RELACIÓN CON SECTORES EMPRESARIALES

En el caso de Marcelo Ebrard, se trata del ahora excanciller, quiene fue el bombero de la 4T. Cada vez que se le atravesó un problema al Presidente López Obrador, Ebrard salió al rescate. Desde adquirir pipas para transportar gasolina en los momentos de lucha contra el huachicol, hasta negociar con Trump o Biden. Y, desde luego que Ebrard también trae apoyo empresarial. Hay grandes empresarios que lo ven con buenos ojos, habiendo sido un gobernante en la CDMX, y que mantiene muchos nexos políticos. Incluso en el último año su incursión para traer a Tesla, fue más que conocida. O lo sucedido con el sector automotriz, donde fue el primero en esbozar una política para la electromovilidad. A Ebrard también lo apoyarían los empresarios. Sin duda.

El problema no es si Sheinbaum se consolida como candidata de Morena, o si Ebrard es disruptivo, al grado de tener el liderazgo y ganar el candidato de Morena. El problema es que no hay reglas de financiamiento ni topes ni montos definidos.