Zedillo, la respuesta a López Obrador

El presidente López Obrador no tolera a Ernesto Zedillo, desde que el exmandatario criticó la política obradorista de elevar el salario mínimo sin apoyos empresariales. Para Zedillo, el gobierno lopezobradorista promueve la economía informal: las empresas, con costos laborales más altos por salarios, prefieren contratar por fuera a los trabajadores.

Las críticas a Zedillo han sido constantes y hasta ha empatado en el top of mind de las mañaneras a Felipe Calderón, el otro expresidente que López Obrador critica un día sí y al otro también.

Por eso, esta semana, cuando a Palacio Nacional llegó la noticia de que Zedillo venía contratado por Actinver a una charla con José María Aznar, el expresidente español, López Obrador aprovechó para irse contra Zedillo.

Le pidió que respondiera por qué convirtió las deudas privadas en deuda pública, por qué realizó un sistema de pensiones donde el trabajador sólo recibiría el 50% de su salario; por qué no aumentó el salario mínimo y por qué desapareció los trenes de pasajeros.

ZEDILLO, COMO AMLO, MANTUVO REFORMAS DE SALINAS

Zedillo no tiene empacho en mencionar lo que hizo. Y debemos decirlo: no podía ver ni en pintura a Carlos Salinas, como lo atestiguó su persecución a Salinas.

Aun así, Zedillo mantuvo el camino de reformas económicas. Si bien Salinas transformó la economía con un TLC con Estados Unidos y Canadá y la autonomía del Banco de México. Zedillo pudo realizar la primera reforma de pensiones, individuales y capitalizadas, lo cual era el principio del salvamento de las finanzas públicas, que no pueden pagar pensiones bajo el esquema solidario.

¿Que a Zedillo le faltó poner en la reforma una mayor aportación para pensionarse mejor?, claro, pero, en sí misma, la creación de las afores fue un hecho trascendental y de solución en finanzas públicas y particulares.

EL FOBAPROA LO TRANSFORMÓ EN IPAB Y FERROMEX ESTABA QUEBRADO

López Obrador también acusa a Zedillo del Fobaproa, de haber transformado deudas privadas en deuda pública. Zedillo hizo lo correcto: salvar el sistema de pagos y transformarlo para un salvamento sólo para los ahorradores con el IPAB, donde hoy existe un seguro de depósito de 400 mil udis (3 millones 232 mil pesos, actuales). El salvamento de hoy en día sólo es a los ahorradores, no a los banqueros.

¿Que Zedillo eliminó Ferromex?, bueno, recordemos lo obvio: Ferromex estaba quebrado. Y, si había una decisión de trenes de pasajeros, pasaba por un subsidio gubernamental que, por ejemplo hoy, en el sexenio actual no se ha dicho de cuánto va a ser. Quizá el único punto donde López Obrador pueda criticar a Zedillo es en el salario mínimo, pero el aumento al mínimo comenzó con Peña Nieto y López Obrador lo ha seguido, eso sí, de manera decidida. Y Zedillo lo criticó por hacerlo sin apoyo a las empresas.

EXPRESIDENTES QUE TRABAJAN, QUÉ BUENO

El presidente López Obrador suele criticar a todos los expresidentes, menos a Enrique Peña Nieto, a quien lo considera un demócrata, pues ha dicho que, cuando ganó las elecciones, Peña Nieto lo aceptó. Cuando, de antemano, AMLO ganó las elecciones en un proceso creíble gracias al INE.

En esta ocasión ha sido Zedillo el blanco de críticas de la mañanera. Sólo que debemos decir que los expresidentes han vuelto a trabajar. Se acabó la pensión de oro que se les daba. Sólo permanece su seguridad, que es indispensable después de haber sido mandatario en base a las decisiones de seguridad pública. Y ahí, en que los expresidentes trabajen en la iniciativa privada, no hay nada que reprochar. Ya pasó su gestión y sus decisiones de seguridad nacional. Son las empresas u organismos quienes buscan este tipo de perfil. Y mejor que los expresidentes trabajen a que vivan del presupuesto público.

ACTINVER NO TIENE LA CULPA

Actinver es el grupo financiero liderado por Héctor Madero. Y, como parte de su convención anual, así como ha invitado a otros personajes, esta vez lo hizo con Ernesto Zedillo y con José María Aznar. Actinver tiene conocimiento de inversiones, es un grupo sólido. Y, desde luego, no entra en cuestiones políticas. Lo suyo son las inversiones. Héctor Madero es un inversionista serio. Pero ahora quedó entre las patas de los caballos presidenciales.