Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

1 Oct, 2019

Crece subejercicio a 232,000 mdp

La Secretaría de Hacienda reportó ayer el estado de las finanzas públicas al cierre de agosto, y una mala noticia es que el subejercicio del gasto público sigue creciendo y llegó a 232 mil mdp y, aunque se quiera disfrazar de austeridad, el problema es que no está fluyendo el gasto, lo que explica, en gran parte, el estancamiento económico.

En el periodo de enero a agosto, el gasto neto pagado fue inferior en 4% en términos reales; el no programable en 2.7% y el programable en 4.6%, y un dato preocupante es que la inversión física fue menor en 15.2%, en términos reales.

Los ingresos petroleros bajaron 19.7% vs. mismo periodo de 2018, mientras que los no petroleros aumentaron 2.5%, principalmente por el IEPS, que subió 32 por ciento.

El superávit primario asciende a 1.1% del PIB y hay que recordar que la meta para 2020 es bajar el superávit a 0.7% del PIB.

Se esperaba que, a nueve meses de iniciada la actual administración, hubiera terminado ya el proceso de aprendizaje y que todos los programas anunciados con el sector privado para reactivar la economía empezaran a tener resultados.

 

PROGRAMA DE INFRAESTRUCTURA, SIGUE LA ESPERA

Pues ayer no se presentó, como se había especulado, el Programa Nacional de Infraestructura, aunque en Palacio Nacional sí se realizó una reunión con el presidente López Obrador, a la que acudieron —según trascendió— Carlos Slim Helú, presidente de Grupo Carso, y Carlos Salazar, presidente del CCE.

El programa, que abarca mil 600 proyectos de infraestructura de diversos sectores, fue anunciado en la mañanera del 27 de agosto, cuando se dio el acuerdo en gasoductos entre la CFE, Carso, IEnova y TC Energy.

La gran diferencia de este programa de infraestructura es, precisamente, la participación del sector privado en alianza con el gobierno federal, con diversos esquemas financieros, como son asociaciones público privadas y créditos por parte de Banobras y Nacional Financiera. El programa de infraestructura urge, porque se considera que puede ser un factor para ayudar a reactivar la economía, quizá ya no este año, pero sí en 2020 si realmente está acompañado de inversión pública.

 

CODI, METAS AMBICIOSAS

Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México, confirmó que de los 34 bancos obligados a ofrecer desde ayer la plataforma CoDI a sus clientes, 29 ya cumplen, y para el Banxico lo mejor es que estos bancos son los más grandes del país, pues representan más del 90% de las transacciones electrónicas diarias.

La meta de CoDi es muy ambiciosa, porque se pretende que, gradualmente, sustituya al efectivo que es utilizado por los 30 millones de mexicanos que tienen tarjetas de débito, que sea aceptada en cualquier comercio, incluso los más pequeños, y hasta en los tianguis, y que se traduzca en una mayor inclusión financiera, porque habrá más estímulos para abrir una cuenta bancaria, aunque en la economía informal muchos seguirán prefiriendo el efectivo.

En cuanto al temor de perder el teléfono por la creciente inseguridad, como bien dice el Banxico, ya hoy los teléfonos móviles se utilizan para transacciones de banca electrónica y el CoDI tendrá sus propios candados de acceso.

 

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