Reflexiones al empresariado

Por Martín Rodríguez Sánchez

Las presentes líneas ven la luz un día después de Navidad, por lo que seguramente aún deberíamos encontrarnos envueltos en la paz, tranquilidad y alegría que expiden las fiestas decembrinas.

Sin embargo, para usted, estimado lector, como para muchos otros mexicanos, fue una Nochebuena diferente, atípica, silenciosa e incluso de muchos pensamientos; dudas que nos recorren y hacen cuestionarnos qué nos depara el 2021 y cómo resolveremos el crucigrama que tenemos frente a nosotros, porque, en definitiva, hemos experimentado una Navidad con el sello de la nueva normalidad, la cual nadie acaba por asimilar o entender.

De modo que, inmerso en ello y entrando en reflexión, como empresario resulta imposible no direccionar los pensamientos hacia cada una de las consecuencias que ha traído consigo la pandemia, así como los retos que ha representado el cierre parcial de negocios, las bajas o nulas ventas, la falta de liquidez para pagos fijos y variables, la pérdida de cartera de clientes y la inseguridad generada a raíz de la eliminación de empleos y despidos masivos, sin olvidar los cambios fiscales que ha gestado el gobierno.

Nadie estaba preparado para lo que se vivió este año. Ningún analista, organismo o incluso “gurú” pudo anticipar lo que se nos presentaría. Al iniciar el año, para los empresarios ya se vislumbraba un camino sinuoso con algunos cambios en materia laboral, dado lo suscrito en el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), pero también con la consigna de “ajustar aún más las tuercas” en temas de fiscalización.

Recordemos que el 2020 apenas es el segundo año de la Cuarta Transformación, el cual se esperaba como un repunte para la economía después de un primer año que casi siempre, en cualquier sexenio, es de incertidumbre. Hoy, a escasos días de que concluya el año, son más las dudas que las soluciones que tenemos para afrontar los retos económicos, sociales y políticos que nos aguardan.

A través de este espacio quiero manifestar mis condolencias a quienes han perdido a un ser querido y a quienes afrontan con gran vehemencia una crisis de salud, porque, ante dicho escenario, se dificulta encontrar paz y felicidad. Estamos en una situación en la que, incluso para quienes creemos en algo o en algún dios, surge la necesidad de apostar a nuestra fe. Además, elevar una oración es símbolo de tranquilidad espiritual, para pedir por todos aquellos que, poco o mucho, están día a día trabajando por la estabilidad de nuestro país.

De igual forma, resulta inmejorable el momento para visualizar el cómo saldremos adelante, las metodologías que deberemos aplicar para revertir los resultados; no obstante, para quienes han tenido una mala situación empresarial deben saber que en el Consejo Internacional de Empresarios (Coine) estamos trabajando para ayudarles el siguiente año, porque no hemos llegado al final del camino, tomemos las experiencias del 2020 como un gran aprendizaje.

Felicito a quienes han tenido la asertividad de mantener en pie sus empresas o negocios, a quienes su entendimiento, discernimiento y acciones les han permitido alcanzar sus objetivos; asimismo, los exhorto a establecer conductos para renovar las cadenas de valor y consumo que permitan a otras empresas salir a flote.

Finalmente, estemos conscientes de que la situación que se avecina dará origen a muchas mipymes, las cuales serán el conducto para establecer las bases de una nueva economía, una que permita llevar el sustento a millones de familias mexicanas; para todas ellas, el Coine estará ahí para apoyarles desde un Gobierno Corporativo que les facilite la parte administrativa y les permita enfocarse a sus líneas de negocio.

Agradezco a todos los lectores que han seguido cada 15 días este espacio, agradezco todo el apoyo al diario Excélsior y en especial a Ignacio, a quienes me han brindado una mano a lo largo de este año, a mis contactos y seguidores en redes sociales, a mi familia, amigos y mi gran equipo laboral. A todos por sus deseos y bendiciones: ¡Feliz y próspero Año Nuevo!

                facebook.com/COINELat

                twitter.com/COINE_Lat.