El mito de la zona sur del país

Los simpatizantes de Morena y algunos analistas expresan un cierto beneplácito derivado de que la zona sur del país está creciendo más que otras regiones en estos últimos años. De acuerdo con el Informe de Economías Regionales del Banco de México correspondiente al segundo trimestre de 2023, la zona sur, que comprende Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, creció 6 por ciento en comparación anual. Este gran crecimiento de la zona sur se compara favorablemente con la zona norte que, aún con el nearshoring, avanzó únicamente 1.9 por ciento, la zona centro norte creció 3.1 por ciento, mientras que la zona centro  3.2 por ciento. El gran motor de la zona sur fue la construcción, que mostró un avance histórico de 72 por ciento anual, impulsada por grandes obras emblemáticas como la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.

Sin embargo, los datos pueden resultar engañosos, ya que incluyen estados con desempeños muy diferenciados. Mientras que en el segundo trimestre de 2023, Oaxaca creció 13.1 por ciento en comparación anual y Tabasco 11.5 por ciento, Guerrero avanzó apenas 1.2 por ciento. Además, el sur, tal como lo define el Banco de México, guarda historias diferentes: algunas entidades han dado un fuerte salto, como Tabasco, mientras otras acumulan una tragedia económica de varias décadas.

IMPULSO EFÍMERO

La administración de Andrés Manuel López Obrador ha dado lugar al milagro de Tabasco. En el periodo de 2018 a 2022, dicha entidad creció 34%, un ritmo sin precedentes en tan poco tiempo. Sin embargo, más allá de los datos de crecimiento, lo relevante es saber qué tanto las grandes obras han transformado la economía de Tabasco. La respuesta no es muy contundente, especialmente porque no se ha transformado la estructura formal-informal de la fuerza laboral de dicha entidad. De acuerdo con los datos de la Encuesta Trimestral de Ocupación y Empleo correspondiente al tercer trimestre de 2023, Tabasco registra una informalidad laboral del 62%, lo cual no es una gran mejora si consideramos que, en los últimos 10 años, la informalidad laboral de dicho estado se ha mantenido en promedio en  64%. Los datos de la economía nacional muestran que hay una correlación entre el tamaño de la informalidad laboral y el ingreso promedio de los hogares. Las tres entidades con menores ingresos promedio por hogar son: Oaxaca, Guerrero y Chiapas, con un sector informal de casi 80%, mientras que las tres más prósperas (Baja California Sur, Baja California y Nuevo León) tienen un sector informal menor a 25 por ciento.

LA TRAGEDIA

El peor desempeño económico de cualquier entidad en los últimos 30 años es el de Campeche. En 1980, en el esplendor del boom petrolero, Campeche era la sexta economía más grande a nivel nacional; hoy es la decimoctava. Campeche puede ofrecer una lección a Tabasco sobre cómo un boom económico no necesariamente transforma para bien una economía estatal. Entre 1980 y 2022, la economía de Campeche se encogió 7.4 por ciento, pero la debacle más atroz ocurrió entre 2004 y 2022, cuando la economía de la entidad se redujo a la mitad. A diferencia de otras entidades, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte pasó de largo por Campeche; entre 1994 y 2022, la economía campechana fue la única a nivel nacional que se redujo, con una caída del 33 por ciento.

CRECIMIENTO SOSTENIDO

En 1980, Quintana Roo apenas empezaba a aprovechar su vocación turística. El gobierno federal comenzó a impulsar Cancún desde la década de los 70 del siglo pasado. Aunque fue una de las entidades más afectadas por la pandemia, es una de las que ha tenido mayor crecimiento. Entre 1980 y 2022, la economía de Quintana Roo ha crecido 289 por ciento y, tras la pandemia, ha sido el estado que más ha recuperado empleo formal. Más que congratularse del crecimiento del sur por la inyección de dinero en obras con dudosa rentabilidad los analistas serios deberían tratar de plantear fórmulas que permitan encontrar vocaciones y vincular a los estados del sur a la dinámica de la región Norteamérica. El Corredor Transoceánico apunta al camino correcto.