El reflejo financiero de la inteligencia artificial

Los grandes cambios de la historia no siempre tienen fechas precisas. Nadie se despertó un día de la segunda mitad del siglo XVIII y dijo: “Hoy comienza la Revolución Industrial”. Tampoco ocurrió así con la era de la informática. Sin embargo, la era de la inteligencia artificial generativa sí tiene una fecha concreta.

UNA NUEVA ERA

Aunque la inteligencia artificial generativa es producto de una capa sobre otra capa de hallazgos tecnológicos y arquitecturas de cómputo, tuvo un momento clave en junio de 2017, cuando se publicó el documento académico: Attention is all you need. La fecha concreta del comienzo de la nueva era de la inteligencia artificial generativa fue el 30 de noviembre de 2022, cuando OpenAI lanzó al gran público el ChatGPT 3.5. Desde entonces, han pasado 11 meses; sin embargo, su despliegue ha sido mucho más acelerado que otras tecnologías. Apenas hace unos días, ChatGPT habilitó nuevas funciones, como analítica de datos avanzados, mediante las cuales puede absorber el contenido de una hoja de cálculo, interpretarla, interactuar con los datos, proponer gráficos, etcétera. También puede interpretar imágenes y hacer programación. En esta carrera están los grandes jugadores, pero avanzan a distintas velocidades, y ello comienza a verse reflejado en los resultados trimestrales de dichos jugadores.

¿CARACOL GOOGLE?

Aunque el documento Attention is all you need nació en el seno de Google, la empresa que fundaron Larry Page y Sergei Brin avanza más lentamente que OpenAI y, por lo tanto, Microsoft. Esto se podría explicar por una reputación más grande y susceptible, que se traduce en una mayor cautela reflejada en sus productos. Aunque ayer Google reportó resultados trimestrales a través de su empresa controladora, Alphabet, mostrando un crecimiento del 11% y llegando a 76,693 millones de dólares, con una utilidad de operación de 21,343 millones, el precio de su acción disminuyó un 6% tras el cierre del mercado. Esto se debe a que los inversionistas esperaban un mejor resultado de su nube, considerada la piedra angular para rentabilizar la inteligencia artificial generativa. ¿Cuál fue el resultado que decepcionó a los inversionistas? Un crecimiento en ingresos a tasa anual del 22%, que totalizó 8,411 millones de dólares. En cualquier otro escenario se podría considerar un desempeño muy exitoso, pero la expectativa es muy grande.

VELOCIDAD MICROSOFT

En contraste con Google, Microsoft, la compañía que cofundó Bill Gates, dio a conocer que en el trimestre que terminó el 30 de septiembre reflejó ingresos de 56,500 millones de dólares, con un crecimiento del 13 por ciento. La nube de la compañía de Seattle reportó un avance del 19% en su nube inteligente, casi el triple que el negocio en esa tecnología de Google, con ingresos de 24,300 millones de dólares. Microsoft ha sido muy ágil en aprovechar la alianza que tiene con OpenAI, a través de un esquema de inversión al que ha destinado 13,000 millones de dólares. El precio de la acción de Microsoft, tras el cierre del mercado, avanzó un 5% y tiene que ver con la velocidad de incorporar la tecnología a su portafolio de productos, particularmente Azure.

LOS QUE FALTAN

Entre los reportes de resultados a observar para entender la velocidad con la que se está desplegando la tecnología, están los de Nvidia, que se presentarán el 15 de noviembre. También habrá que esperar los de Amazon y observar con atención el dato desagregado de AWS. De Apple no se espera mucho, pero es obvio que va retrasada en el desarrollo de tecnología. Según Bloomberg, la empresa de la manzana, la más grande por valor de capitalización de mercado, estaría invirtiendo mil millones de dólares este año para alcanzar a Google, Microsoft y OpenAI. Me parece un cálculo conservador, pero considerando que no se trata únicamente de desplegar capital, tiene lógica.

Estamos a un mes de que se cumpla un año del lanzamiento de ChatGPT y la velocidad de evolución de la tecnología remite a los años perro: 7 años caninos por 1 humano.