Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

17 Ago, 2022

Femsa, pagar impuestos y estar en llamas

De acuerdo con el SAT, en el primer semestre de 2022, el 48% de los ingresos tributarios fueron aportados por los grandes contribuyentes, que suman 12 mil 69 entidades, que representan apenas el 0.02% del padrón fiscal. Además, hay que sumar 2 millones 311 mil personas morales, es decir, empresas que aportaron un 24% de los ingresos tributarios, aunque apenas representan el 4% del padrón. 

Lo anterior quiere decir que las grandes, medianas y pequeñas empresas aportan el 72% de los ingresos fiscales del país. Considerando estas cifras, es evidente que fue acertada la estrategia de recaudación de la jefa del SAT, Raquel Buenrostro, en el momento de enfrentar la crisis económica 2020, al centrarse en buscar eficiencias en el cobro a los grandes contribuyentes en lugar de centrarse en las personas físicas, sueldos y salarios, quienes representan el 96% del padrón, pero apenas aportan el 28% de los ingresos tributarios. A ello hay que sumar el régimen de confianza que permita generar incentivos al pago de impuestos, sobre todo en un país con una informalidad laboral del 55 por ciento. 

 Un buen ejemplo del éxito fiscal de la estrategia centrada en los grandes contribuyentes lo ofrece Femsa, que en mayo de 2020, cuando la fase inicial de la pandemia causaba estragos en la economía, llegó a un acuerdo con el SAT para pagar 8,790 millones de pesos para terminar con las diferencias de interpretación fiscal. Aunque seguramente los grandes contribuyentes no estarán de acuerdo, se puede calificar como un éxito dicha estrategia; el problema radica en que, más allá de lo fiscal, hay una enorme injusticia debido a que no se garantiza un mínimo de Estado de derecho. El caso Femsa ofrece un ejemplo muy tangible y extremo de esta paradoja, la compañía fue víctima de la quema de 25 de sus tiendas en tres ciudades de Guanajuato, en las que el cobro de derecho de piso es un problema terrible y cotidiano, además, un par de tiendas más fueron siniestradas en los sucesos de Ciudad Juárez, en donde, además, murió una colaboradora y una mujer que iba solicitar empleo. 

 Sin duda, es clave que los grandes contribuyentes paguen los impuestos que marca la ley y que haya la autonomía en el SAT que permita resistir el cabildeo de actores económicos enormes, sin embargo, es básico que ello sea acompañado de mínimos que garanticen la operación porque, de otro forma, se vuelve contradictorio que el 0.02% que aporta el 48% no tenga condiciones básicas de operación y no es que mañana Femsa vaya a cerrar las 20 mil tiendas que tiene en México, pero es obvio que se convierte en un canario en la mina que el resto de las empresas observan con atención. 

Otro de los sectores clave que es afectado directamente y a gran escala por la inseguridad es la manufactura de exportación, entrevisté al presidente de Index Nacional, que agrupa a la industria maquiladora y manufacturera de exportación, Luis Manuel Hernández, y me dijo que esta situación “quita el pie del acelerador de las empresas hasta no ver un posicionamiento completo y están viendo cierta pasividad, hasta cierto punto, de los gobiernos estatales y municipales, y toda una espera de qué se va a hacer a nivel federal, y también afecta el clima de la inversión, porque, en vez de estar platicando de qué hacemos para crecer y desarrollarnos, ahorita es qué hacernos si tenemos una situación de inseguridad”. La inseguridad no sólo afecta severamente el clima de inversión, también incide en la inflación en un momento clave. Hace unos días le pregunté al respecto a Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, y me dijo que la inseguridad ha contribuido al proceso inflacionario, lo que es visible en toda la cadena de distribución y es un problema grave. 

Ayer platicaba con el director general de una farmacéutica global, él, con amplia experiencia en otros países emergentes, me decía que, más allá de las coyunturas, el futuro de México es brillante, dado que tiene grandes condiciones de tamaño de mercado, de acceso a la principal economía del planeta, de estabilidad macroeconómica, de autonomía del Banco de México y con densidad de talento, sin embargo, ambos coincidimos en que la inseguridad es el principal elemento que puede eclipsar dicho futuro. 

 El mayor problema, además de los sucesos de inseguridad, es que el Presidente dio una respuesta política polarizante en lugar de priorizar una estrategia. 

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