Más amenazas para los cines

En algún punto de la década de los ochenta, a mi papá le pareció adecuado llevarnos a mi hermana y a mí a ver la reedición de la película muda Napoleón, ahora sé que es una joya de la historia cinematográfica que se proyectó por primera vez en 1927, pero a mis seis o siete años me pareció una tortura, recuerdo que, en tiempo de niño, la película duró como un sexenio, en la confitería había pocas opciones, palomitas con sal o palomitas viejas con sal, pero, aun así, el cine tenía mucha magia. Recuerdo que la sala de cine era fastuosa, en avenida Reforma, en la Ciudad de México, y que en el intermedio los niños aprovechábamos para correr por todo el lugar.

Desde entonces hasta ahora se ha convertido en lugar común anunciar la muerte de las salas de cine, en aquella época la guadaña serían las videocaseteras, sin embargo, el ritual, la adaptación y la innovación lograron que las exhibidoras prosperaran y llegaran con buena salud al 2020, pero la pandemia ha significado el mayor reto de su historia. Las ventas de boletos se han desplomado más de 90 por ciento.

AMC Entertainment, que es el mayor jugador con diez mil 700 salas de cine, se encuentra al borde de la bancarrota, por lo que trató de hacerse de liquidez mediante una emisión extraordinaria de acciones, sus ingresos al tercer trimestre cayeron 73% y sus pérdidas se dispararon y sumaron 3 mil 643 millones de dólares, lo que contrasta con su valuación de 627 millones de dólares. La segunda mayor cadena, Cineworld Group, logró evitar la bancarrota gracias a una inyección de 450 millones de dólares en noviembre y, al menos en la primera mitad del año, registró una caída de 67% en ingresos. 

En cuanto a México, no hay mucha información más allá de la que reporta Canacine, pero es evidente que el estrés es grande. En abril, Cinemex se tuvo que declarar en bancarrota en Estados Unidos, en donde operaba 41 complejos. Alejandro Ramírez, el CEO de Cinépolis, dijo que durante la jornada de sana distancia las pérdidas eran de mil 500 millones de pesos mensuales y, dada las cifras de taquilla, se puede estimar que, desde entonces hasta ahora, los números rojos han sido de más de mil millones de pesos mensuales, de hecho, Canacine habla de más de 13 mil millones de pesos de finales de marzo a principio de diciembre.

En medio de dicho contexto, la semana pasada, WarnerMedia, que pertenece a AT&T, anunció que sus 17 grandes estrenos del próximo año, entre los que se encuentran Matrix 4, Dune, Godzilla vs. King Kong y varios más, se darán de manera simultánea en las salas de cine y en su plataforma de contenido bajo demanda HBO Max, lo cual significa un cambio de paradigma para las exhibidoras. John Stankey, el presidente de la empresa de telecomunicaciones y entretenimiento, defendió la decisión y dijo que tienen que ajustar el modelo y dio a conocer que HBO Max logró captar 4 millones de suscriptores en Estados Unidos en tan sólo dos meses, lo cual es todo un logro considerando que el costo es superior al de sus competidores con 14.99 dólares al mes. Además, AT&T habla con experiencia, dado que en el estreno de Tenet le fue muy mal en la taquilla, por lo que quiere evitar repetir el ejercicio con todos sus estrenos del 2021.

Otras plataformas como Netflix y Disney+ también han tenido un crecimiento acelerado en número de usuarios y, si otros estudios siguen el ejemplo de Warner, el dolor de las salas de cine por la pandemia puede ser permanente.

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En México, el poder adquisitivo y la menor penetración de internet de banda ancha cambia la dinámica y puede dar un poco más de aire a los exhibidores, pero ya caminan en una línea muy delgada, por ejemplo, un segundo cierre en la Ciudad de México será aún más dañino, aunque, si mi apetito del ir al cine no fue afectado permanentemente después de que me llevaron a ver la película muda de Napoleón, tengo optimismo de que regresaremos a las salas de cine.