Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

17 May, 2023

Sin Banxico, nos reflejaría un teléfono de medio millón

¿Cómo estaría la economía mexicana si el dólar se cotizara en 493 pesos? En ese escenario hay que visualizar que un teléfono, digamos, un GalaxyS23 de Samsung costaría 560 mil pesos, unos jeans Levis, 28 mil pesos o una bolsa de croquetas Pedigree de 21 kilogramos, 11 mil 600 pesos. Hoy, éste es el panorama en Argentina, que tiene una inflación de 109% a tasa anual, por lo que el banco central argentino subió la tasa de referencia 600 puntos base, ubicándola en 97%, sin embargo, no se ve que la inflación baje.

LA NUEVA DEBACLE

En mayo de 2016, mientras el dólar en México se cotizaba en 16.42 pesos, en Argentina se ubicaba en 14.51 pesos argentinos, no obstante, su inflación era de 26% anual, mientras que en México era de 2.6 por ciento. La destrucción de valor de la economía argentina se ha dado a lo largo del siglo XXI, pero la crisis más reciente se dio cuando la alta inflación de 2018 empeoró durante el gobierno de Mauricio Macri, quien no pudo contener el malestar y ya en plena caída buscó un préstamo de 50 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional y perdió la confianza de los mercados y de los argentinos, en general, lo que afectó la actividad industrial y el consumo, lo que resultó en una caída del PIB 2.6% en aquel año. 2019 fue un año electoral y el gobierno de Macri ya no pudo revertir la falta de credibilidad, el dólar llegó a los 60 pesos para diciembre de 2019 cuando Alberto Fernández asumió el poder, la economía de su país volvió desplomarse 2%, en la pandemia se desplomó 9.9% y no tuvo margen para aplicar medidas contracíclicas, la inflación continuó a doble dígito y, aunque en 2021 logró una fuerte recuperación de 10.4%, la inflación fue de 48% anual, y en 2022 registró un avance de 5.2%, pero con una inflación de 100% a tasa anual.

EL CASO DE MÉXICO

¿Qué puede hacer un país para salir de una espiral inflacionaria de ese tamaño? No hay fórmulas, pero al parecer mucha austeridad, equilibrio fiscal a raja tabla, dinamizar la economía de mercado, impulsar las exportaciones, esperar y aguantar, escrito así parece fácil, pero en una democracia es algo realmente difícil. Cuando México atravesaba por la cruda del desastre económico de José López Portillo, Miguel de la Madrid comenzó la apertura de la economía al comercio internacional al entrar al GATT, hubo austeridad y dolor económico a lo que se sumó el terremoto de 1985, obvio no había democracia. Después de la caída del sistema, a cargo del hoy titular de la CFE, Manuel Bartlett, llegó a la presidencia Carlos Salinas de Gortari, quien hizo una contención social y una gran operación política para dejar salir el descontento, también comenzó a vender paraestatales y firmó el TLC. El proceso de venta de empresas se dio en medio de favoritismos y corrupción, no había un régimen de libre flotación, por lo que a finales de 1994, los alfileres que sostenían a la economía cedieron después de un año de mucha turbulencia social y política con el levantamiento zapatista, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI, y más tarde de José Francisco Ruiz Massieu, secretario general de dicho partido. Después de un pagar un préstamo a la Casa Blanca de Bill Clinton, mucha tensión política en medio de severas medidas de austeridad bajo el liderazgo de Ernesto Zedillo, México pudo recuperarse y no se ha vuelto a repetir una espiral inflacionaria desde entonces.

El logro de no repetir los episodios inflacionarios del siglo pasado no obedece a la disciplina o genialidad del liderazgo político, radica en el funcionamiento de una institución con autonomía constitucional. El Banco de México es uno de los activos más importantes que sostienen al país y que permite que hoy una bolsa de croquetas no cueste 11 mil pesos o que el rostro de los consumidores mexicanos no se refleje en un celular medio millón pesos.

El próximo jueves a las 13 horas, Banxico dará a conocer su decisión de política monetaria, considerando la inflación de abril, la fortaleza del tipo de cambio y que la Fed parece haber llegado al fin del ciclo alcista, creo que Banxico hará su primera pausa desde mayo de 2021, aunque no creo que sea una decisión unánime, pero será una decisión colegiada y responsable.

 

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