Rodrigo Pérez-Alonso

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Rodrigo Pérez-Alonso

20 Mar, 2024

Boeing: entre el cielo y la crisis

En los últimos tres años, el gigante aeronáutico Boeing ha atravesado por una turbulencia sin precedentes, marcando un capítulo sombrío en su centenaria historia. Desde los trágicos accidentes del 737 Max hasta los recientes incidentes que han intensificado su crisis, Boeing se encuentra en una encrucijada, luchando por recuperar la confianza del público y la estabilidad financiera.

Todo comenzó con dos desastres aéreos que conmocionaron al mundo. En octubre de 2018 y marzo de 2019, dos aviones 737 Max se estrellaron poco después del despegue, cobrando la vida de 346 personas. Las investigaciones apuntaron a un sensor defectuoso y problemas con el sistema de aumento de características de maniobra (MCAS) como los culpables. Estos eventos llevaron a la prohibición global de vuelo del modelo, desencadenando una crisis sin precedentes para Boeing.

Desde entonces, Boeing ha enfrentado constantes cuestionamientos sobre la calidad y seguridad de sus aviones. La crisis del 737 Max destapó una serie de problemas que han llevado a la compañía a enfrentar investigaciones regulatorias, demandas legales y un escrutinio público intenso. La reputación de Boeing, alguna vez sinónimo de excelencia en ingeniería y seguridad, se ha visto seriamente afectada.

Críticos argumentan que Boeing desvió su enfoque de la excelencia en ingeniería hacia la reducción de costos y el rendimiento financiero, sacrificando, potencialmente, la seguridad en el proceso. Esta transformación en la cultura corporativa ha sido señalada como una causa subyacente de los fallos que llevaron a los accidentes del 737 Max.

La crisis ha sometido a Boeing a una intensa vigilancia regulatoria y ha desencadenado una serie de desafíos legales y financieros. La compañía ha acumulado miles de millones en pérdidas debido a compensaciones, costos de producción incrementados y pedidos perdidos. A pesar de los esfuerzos por rectificar los problemas del 737 Max y mejorar sus protocolos de seguridad, Boeing sigue enfrentando obstáculos para recuperar su posición líder en la industria aeronáutica.

Recientemente, un nuevo incidente involucrando a un 737 Max 9 ha añadido más presión sobre la compañía. En un evento que fue inaudito, un avión de Alaska Airlines, volando a 16,000 pies de altura, perdió una de sus puertas selladas. Esto desencadenó otra investigación por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos y paralizó esta flota por algunos días.

Lo cierto es que, ante tantos eventos de crisis constante, se ha afectado gravemente la confianza de los inversores y la percepción pública de la empresa. Estos eventos resultaron en una caída significativa en el precio de las acciones de Boeing, ya que los inversores respondieron a las preocupaciones sobre la seguridad, la gestión de la crisis y los desafíos financieros resultantes. De un pico de alrededor de 380 dólares por acción en septiembre de 2019, ahora la acción se vende en 181 dólares.

En México, el principal afectado por esta volatilidad y crisis en Boeing es Aeroméxico, con 19 737 Max 9 en su flota.

Mientras la compañía trabaja para superar estos desafíos, el mundo observa esperando que Boeing pueda elevarse una vez más y recuperar su legado de seguridad, innovación y excelencia.

La tarea no será fácil, pero es esencial para garantizar el futuro de la aviación y la seguridad de los pasajeros en todo el mundo.

 

 

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