Gasolina para el bienestar

Para Jorge, la ciudad es un monstruo que te come pieza a pieza. Cuando menos lo esperas, te absorbe por completo y te cambia. Sin embargo, ha considerado regresarse a su tierra natal. Y es que Jorge, proveniente de Oaxaca, tiene 12 años en la ciudad, donde ha trabajado de taxista durante ese tiempo. En todos estos años, transformado ya en un citadino, ha visto pasar políticos con sus promesas, pero, en la realidad, los costos de vida más caros.

Al volante de un taxi rentado, el pasaje desahoga sus penas; él, como cantinero en cuatro ruedas. Amas de casa, profesionistas, albañiles y hasta malandros, todos se quejan de la pandemia y las dificultades para resolver sus gastos. Y es que, por muchos años, las cosas fueron más estables. Si bien a veces la gasolina aumentaba y se oían quejas sobre el presidente en turno, lo que más le preocupaba a la gente era la inseguridad. Ahora Jorge no sólo escucha quejas sobre inseguridad, sino también de la economía y de los precios de la gasolina —algo que a él le ha pegado especialmente fuerte— y hasta del limón y el aguacate.

Como candidato, el Presidente prometió que las gasolinas no subirían de precio y la gente tendría apoyo. Por eso lo apoyaron en 2018. Sin embargo, la realidad ha sido otra y perdió la fe. La gasolina y muchos de los productos que él y sus pasajeros compran han incrementado su precio, en algunos casos hasta un 400 por ciento. Aunque muchos reciben un apoyo directo en efectivo del gobierno, éste no alcanza para todos los gastos y se regala a los que votan por el partido del Presidente. Durante la pandemia, cuando el trabajo se paró, el gobierno los olvidó, pero sí exigió pagar impuestos, mordidas y hasta multas.

Ahora en el radio escuchó que Ucrania lo invadió Rusia. Lugares tan lejanos lo tienen sin cuidado, pero al parecer ésa es la razón por la que —según dicen en el radio— los precios de la gasolina, diesel y otras cosas se han incrementado tanto. Lo que sí sabe es que nunca había visto el precio de la gasolina tan caro y, aunque la tarifa que usa en su taxi es la autorizada, ha tenido que cobrarle más a su pasaje para poder solventar los gastos de rentar el taxi a su dueño, pagar la gasolina y llevarse algo para su casa a diario.

En este año, el Presidente ha repetido una y otra vez que la gasolina y el diésel no van a afectar a la gente. Sin embargo, Jorge ya lo ha resentido en su bolsillo. El precio promedio de la gasolina regular en el 2021 fue de 20.06 pesos por litro (11.6% más) y la Premium 21.78 pesos por litro, (16.1% más). La gasolina regular, en lo que llevamos del 2022, está, en promedio, en 21.9 pesos por litro, y la Premium en 22.8 pesos por litro, 9.7% y 9.2%, respectivamente, más cara.

En otras palabras, Jorge y su pasaje han resentido el efecto de los incrementos en los precios de la gasolina y otros productos, no obstante las promesas del Presidente de que no iban a subir. El incremento en el precio de las gasolinas desde el 2020 ha sido brutal: del 2020 a ahora, la gasolina regular subió casi una cuarta parte (23.5%), mientras que la Premium subió 30.8%, en promedio.

Ante eso, el dilema de Jorge y millones de mexicanos como él es cómo solventar los gastos.

No queda más que subir los precios. Pasar el costo al siguiente, aunque las penas y las historias sean más duras.