¿50 puntos base?: ¡una decisión crucial!

Los economistas esperan un incremento de 50 puntos base en la tasa de referencia del Banco de México y es casi seguro que suba en la misma proporción en la primera reunión de 2022 este 10 de febrero, el Comité de Política Monetaria (Copom), que preside por primera vez la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja.

En el Programa de Política Monetaria para 2022, el banco ratifica que, ante la magnitud y diversidad de los choques que han afectado a la inflación y sus determinantes, el riesgo de que se contamine el proceso de formación de precios (expectativas de los agentes económicos) y los retos que impone una economía que muestra debilidad y heterogeneidad en la recuperación, sujeta aún a choques de oferta (covid) y disrupción de cadenas de suministro.

El documento, seguramente fue revisado por la gobernadora, así que no habrá sorpresas. En él se establece que “la formación de precios en México sigue sujeta a choques considerables”, al tiempo en que reconoce que “la economía muestra holgura y podría seguir en terreno negativo”.

En función de ello, indica que la Junta de Gobierno tomará las acciones que se requieran con base en la información adicional, de tal manera que la tasa de referencia sea congruente con la trayectoria requerida para propiciar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta del Banco de México de 3% en el plazo en el que opera la política monetaria. La meta se recorre hasta 2023 y, si los choques que operan sobre la inflación general y subyacente se mitigan, podría no cumplirse el pronóstico lineal de incremento de tasas de mediano plazo, que el promedio de los economistas estima sea de entre 1.50 a 1.75, esto es, tasas en torno al 8-8.5 para finalizar el año.

Esto último, creo que no debiera sólo basarse en proyecciones econométricas, porque en un entorno en desaceleración económica, subir tasas puede resultar negativo al encarecer el crédito al sector productivo —indispensable para recuperar producción y mejorar oferta— y hacia el consumidor, para generar demanda sostenida de bienes y servicios.

Dicen que hay conversaciones entre la Asociación de Bancos de México y la Secretaría de Hacienda y de Economía se ha buscado destrabar el diferendo en torno a las garantías de banca de desarrollo, cuyo precio se ha elevado a partir de esta administración a un nivel tal, que la banca prefiere no tomar riesgos en un entorno económico e inflacionario desafiante.

En enero, muy probablemente la inflación haya comenzado a ceder, pero para efectos de política monetaria, recomendaría una cuidadosa lectura del mensaje final del Programa 2022.

“Finalmente, una inflación baja y estable es condición necesaria para el desarrollo económico, mas no suficiente. Hacia delante, la economía mexicana continuará enfrentando un entorno incierto, considerando que la pandemia sigue su curso, y con importantes desafíos estructurales.

“En el corto plazo persiste el reto de alcanzar una recuperación generalizada y sostenida de la economía y del mercado laboral.

En el mediano plazo, es esencial lograr una mayor flexibilidad en la asignación de recursos que permita un funcionamiento microeconómico eficiente (y aquí el crédito juega un papel crucial, pero también el gobierno debería revisar su política de impulso al financiamiento y la competencia, porque México tiene una regulación altamente restrictiva para todos los sectores regulados). En eso el Banxico sí puede influir.

 DE FONDOS A FONDO

#CCE…  ¿Será que alguien se sabe perdedor y decidió filtrar que hay dos votos en contra y 5 a favor de su oponente? Creo que sí. Aún no entiendo la intención de abrir debate, pero ha sido tal el desgaste en las organizaciones empresariales en este periodo, que tal vez sea momento de que los dos inscritos para ocupar la presidencia comiencen a sumar, no en favor de su visión, sino de la de todos. ¡En ese mundillo todo se sabe!

Estimo que pronto habrá humo blanco para terminar de una vez por todas para centrar el debate en torno al México que se necesita construir para definir metas de 30 años, porque los últimos 30 han sido de gran lateralidad y desgaste político inútil.