Aeroméxico, en la recta final

Después de año y medio, sólo hay que poner chonguitos para que los permisos gubernamentales (la mayoría en México) fluyan.

El caso de Aeroméxico y su reestructura financiera marcan un antes y un después de los negocios de aviación en México, al ser la primera aerolínea que toma la ruta correcta para salir y en la que la decisión del gobierno del presidente López Obrador de no inyectar recursos públicos, sino facilitar la salida de mercado, ha sido ejemplar.

Lo que ocurrió el viernes pasado en la audiencia de la juez Shelley Chapman no es menor, pues, bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, la Corte confirmó el Plan de Reestructura en condiciones que no se habrían visto si la aerolínea no hubiese alcanzado acuerdos con el Comité de Acreedores no Garantizados (conocido por sus siglas en inglés como UCC), con ciertos acreedores minoritarios de Aeroméxico Cargo, que, en una intentona por sacar un poco más, comenzaron en el último minuto a presionar con la interposición de demandas.

Para declarar formalmente la salida del Capítulo 11, y la fecha de efectividad del Plan, es necesario ahora que autoridades, como la Cofece, que preside Brenda Hernández, y la de Inversiones Extranjeras, de la Secretaría de Economía, que encabeza Tatiana Clouthier, concluyan trámites pendientes, y que la CNBV y, en concreto, la vicepresidencia de Supervisión Bursátil, que encabeza Itzel Moreno Macías García, apruebe la OPA no forzosa anunciada por Aeroméxico el 21 de diciembre pasado.

Con dichas autorizaciones —debo comentar que las autoridades han recibido información puntual del proceso de reestructura de Aeroméxico, de manera que, sin ser fast track, no se estima que tarden mucho los procesos— se cumplirán las condiciones que se resolvieron en la Asamblea de Accionistas de la empresa el 14 de enero pasado.

Sólo entonces se finalizarán los detalles administrativos para listar las nuevas acciones en BMV y Biva (si tiene viejas acciones, sería importante que realice sus pérdidas fiscales), y actualizar los registros en Indeval y el Registro Nacional de Valores, con lo que se entregarían los Títulos a los nuevos accionistas e inversionistas, incluyendo a los acreedores comunes, cuyos reclamos son capitalizados en la fecha Efectiva del Plan.

Se estima que a finales de este mes estaremos leyendo que el Plan y el cumplimiento de las condiciones de cierre se han concretado para dar salida a Aeroméxico del Chapter 11, así como el comienzo de una nueva etapa de cara a la recuperación de una de las empresas insignia de México.

DE FONDOS A FONDO

#CFE-Sempra… Enero termina con buenas noticias para el sector energético. Al menos un acuerdo en la mar de desacuerdos. Manuel Bartlett, director general de la CFE, y Tania Ortiz Mena, presidenta de Sempra Infraestructura en México, firmaron un convenio para el desarrollo conjunto de tres proyectos fundamentales para el suministro de gas natural en la región del Pacífico.

El primero es Vista Pacífico, una terminal de licuefacción en el municipio de Topolobampo, Sinaloa, que permitirá posicionar a México y la CFE en el mercado global de gas natural.

El segundo es una terminal de regasificación de gas natural licuado en La Paz, Baja California Sur, que suministrará de combustible a las centrales de la CFE para proveer de energía de bajo costo a usuarios de ese estado que hoy no tienen acceso al gas natural.

El tercer proyecto es la reanudación de las operaciones del gasoducto Guaymas-El Oro, derivado de un acuerdo celebrado entre la CFE y la comunidad yaqui de Sonora, que pone fin a un conflicto que data de 2016. Este último es el más relevante, porque la negociación supone un sobrecosto de 105 millones de dólares para desviar el gasoducto Guaymas-El Oro, que no pasará por Loma de Bácum, además de los 400 millones de dólares originalmente presupuestados.

El restablecimiento de la operación de este gasoducto permitirá abastecer de gas natural a los mercados industriales, comerciales y residenciales de la región. La noticia será bien recibida en el noroeste del país y en el sector privado mexicano porque representa una gran oportunidad para la reactivación económica.