Citibanamex: ¿sigue siendo  la joya de la corona?

Ésa es la pregunta que tiene todo mundo en la cabeza cuando se especula sobre el valor de la Banca de Consumo y Empresarial de Citibanamex, que vende Jane Fraser de Citigroup.

Han pasado casi seis meses del anuncio que se efectuó el 11 de enero de este año y muchos se la piensan, si Fraser considera que la decisión de Citi es irrevocable, dado que el activo se está vendiendo en un momento en el que quizá no sea lo óptimo.

Es una pregunta válida, sobre todo porque el anuncio y compromiso frente a sus accionistas lo hizo antes de que Rusia invadiera Ucrania y Citi tuviera que salir en estampida por el embargo impuesto por Occidente, en un entorno complicado para su propio negocio de consumo en Estados Unidos y frente a un clima de mercados volátiles, economías maduras complicadas, con alta inflación, elevación de tasas y visos de recesión.

Mire, a estas alturas, todos los que han ingresado al cuarto de datos, saben que Fraser está consciente de que no está vendiendo la joya de una corona, al menos, al dividirla no era lo que fue cuando la compró a Roberto Hernández desde hace 15 años.

Estos argumentos, evidentemente, buscan bajar el precio, lo que me hace suponer que los postores firmes, como Banorte, Santander e Inbursa, van en serio, y en un M&A de este tamaño, el que BofA o Goldman, o JPMorgan o Credit Suisse se suban para asesorar, no quiere decir que los tiradores ya tengan un apoyo financiero, porque estos mismos tenderán a condicionar la exclusividad, salvo para el que ganen en la puja.

Los activos no serán joya, pero hay varios que saben que es la mejor oportunidad de crecimiento no orgánico en un mercado en permanente expansión, algo que no se observa en muchos mercados del mundo. Considere que el foot print que tiene la banca de consumo y comercial es el mismo que tiene BBVA, pero éste tiene más apetito de riesgo que el de Citibanamex. ¡Eso es un factor de valor inigualable! Se parece a una joya.

De Fondos a Fondo

#MetabaseQ… Metabase Q, la empresa de ciberseguridad con sede tecnológica en Silicon Valley, que es dirigida por Mauricio Benavides y Louise Ireland, con operaciones en México, Chile, Colombia, Brasil y Argentina, recibió una primera ronda de capital semilla de SYN Ventures, cuyos socios fundadores son Jay Leek y Patrick Heim, un fondo especializado en financiar compañías con soluciones disruptivas en ciberseguridad, mercado que ellos estiman supera los 10.5 billones de dólares (trillions, en inglés).

Lo interesante es que como parte de dicha ronda de capitalización, John Watters se integra a la Junta Directiva como miembro independiente e inversionista, aportando a Metabase Q, 20 años de experiencia.

Watters es presidente y director de operaciones de Mandiant (NASDAQ: MNDT), en proceso de ser adquirida por Google en una transacción valuada en 5.4 mil millones de dólares y su integración al cuerpo directivo de Metabase Q permitirá a la firma mexicana fortalecer su capacidad de gestión de los servicios que ofrece, mejorar el ecosistema de ciberseguridad a nivel empresarial y regional y ampliar su huella global.

#GPO… No sólo para Sinaloa, sino para el agro del país, la producción de fertilizantes se ha vuelto crítica, tras la suspensión de importaciones de Ucrania y Rusia. De ahí que el gobernador Rubén Rocha está poniendo especial atención en cuidar los preparativos de la consulta indígena a las 60 comunidades del pueblo yoreme-mayo, que se llevará a cabo el 9 y 10 de julio próximos. Recordemos que éste ha sido socializado por la empresa desde hace unos ocho años entre la población de Ahome, Guasave y El Fuerte.

El proceso es supervisado –por encargo del presidente López Obrador– por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y se inició el fin de semana pasado (25 y 26 de junio), cuando el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), de Adelfo Montes, y Semarnat, de María Luisa Albores, entregaron información a las comunidades para explicar cada detalle y resolver las dudas que les fueron expresadas en un diálogo ordenado sobre la construcción de la planta de fertilizantes que Gas y Petroquímica de Occidente (GPO), dirigida por Arturo Moya, que quiere construir en Topolobampo, con inversión de 5 mil 500 millones de dólares.